Slackline
Laszlo Zimet se ha convertido en la primera persona que consigue cruzar el Danubio sobre una cuerda floja ante la atenta mirada de los habitantes de Budapest.
¿Quién dijo que caminar sobre las aguas no era posible para el ser humano? Laszlo Zimet se ha encargado de desmontar esta teoría sobre un cable que recorría el río Danubio de orilla a orilla. Sujetado por dos grandes grúas en cada extremo y con tres barcazas ayudando desde abajo a que no se balancease demasiado, el funambulista húngaro ha recorrido los 280 metros de longitud de dicho cable para llegar de un extremo a otro del río.
"Ha sido una lucha constante contra los elementos, pero no ha habido ningún momento crítico"
Laszlo Zimet ha realizado así una gesta histórica, nadie había logrado hacerlo antes. Es uno de los artistas del Circo Capital de Budapest y está acostumbrado a realizar movimientos y piruetas increíbles jugando con el equilibrio de su cuerpo, pero en esta ocasión la distancia a recorrer sobre el cable era muy grande y las condiciones climatológicas (pese a escoger un día en concreto para la prueba) no solo el viento, también la lluvia o incluso los rayos de sol, podían ser un problema en su 'paseo'.
Ni los 30 metros de altura bajo sus pies, ni el ruido propio del ajetreo en una capital como Budapest, provocaron que el funambulista perdiera la concentración en ningún momento. En silencio, con la mirada fija y tratando de mantener todos sus músculos controlados para no perder el equilibrio al tiempo que sostenía una pértiga a modo de contrapeso, así se mantuvo Laszlo Zimet desde una orilla hasta la otra del río Danubio.
Necesitó ayuda para que el cable no se balancease
"No ha habido problemas. Ha sido una lucha constante contra los elementos, pero no ha habido ningún momento crítico", explicaba el funambulista al completar el reto. No lo hizo solo, un grupo de artistas del Circo Capital de Budapest llevaba semanas entrenando con él, y el día de la prueba, 20 personas, montadas en barcazas sobre el río, ayudaron a que el cable, debido a su extensa longitud, no se balancease demasiado.
"He puesto la corona a mi carrera. Ha sido sin duda la mejor actuación de mi vida"
Todo salió según lo planeado. Zimet cruzó hasta la otra orilla, donde lo esperaba un grupo de gente que se acercaron para apoyarlo y, por supuesto, su familia para fundirse en un abrazo con él a su llegada. El artista, ya aliviado al pisar tierra firme, reconocía la importancia que ha tenido para él conseguir este importante reto: "He puesto la corona a mi carrera. Lo he hecho en el centro de Budapest, sobre el Danubio y ante la colina Gellert. Ha sido sin duda la mejor actuación de mi vida", confesaba abrazado a sus seres queridos. Un paseo mañanero diferente a lo habitual con el que Laszlo Zimet ha hecho historia en Budapest.