Boxeo
El boxeador de Quintanar de la Orden lleva 2 años viviendo en una habitación habilitada en el mismo gimnasio en el que se prepara para luchar por el cinturón
Vivir para pelear es la expresión que mejor resume los dos últimos años de Antonio Collado. El boxeador decidió que la mejor opción para evitar distracciones y centrarse plenamente en su objetivo era vivir en el mismo escenario en el que trabaja: el gimnasio. Su entrenador es también el dueño del gimnasio y estuvo de acuerdo con esta decisión. Un sacrificio enorme que no permite que Antonio tenga apenas vida social: "Mi pareja es la que más lo sufre, mi día a día en el gimnasio, los entrenamientos, la dieta... pero me apoya y está convencida de que seré campeón", explica el boxeador.
"Vivir aquí evita que tenga distracciones, estoy plenamente centrado en ser campeón"
Nacido en Quintanar de la Orden (Toledo), llegó a Madrid en el año 2017 en busca de su sueño. Dejó su pueblo natal, su familia y sus amigos para dedicarse a su gran pasión, el boxeo. Pasó 4 años en pisos compartidos, primero en Vallecas y después en Rivas, hasta que en 2021 su entrenador y él decidieron trasladar todas sus cosas a una sala vacía del gimnasio en el que entrena. Convirtieron aquella sala en una pequeña habitación en la que vive a día de hoy. Una cama y una televisión para su descanso y tiempo libre, una pequeña nevera, un microondas y una placa de inducción para poder alimentarse y un pequeño armario junto a un perchero donde guarda su ropa son todo lo que Antonio necesita para vivir.
Una vida entre cuatro paredes en las que muchos se sentirían encerrados, pero nada más lejos de la realidad para Antonio: "Con lo que tengo aquí es suficiente. Vivir aquí evita que tenga distracciones, estoy plenamente centrado en ser campeón. Sé que no es lo mejor pero es algo por lo que tengo que pasar y pronto saldremos de esta porque voy a cumplir mi sueño", confía Collado.
Víctor del Toro, entrenador y guía
Su entrenador, Víctor del Toro es como un padre para él en Madrid. Además de guiarle en su vida deportiva, ha sido su apoyo fuera del ring durante estos dos años: "Estamos casi todo el día juntos y cuando no, le llamo todo el rato para preguntarle si está bien, si necesita algo... Es como si fuese mi hijo mayor", cuenta el propio Víctor. También él confía en las capacidades de su pupilo y cree que podrán levantar juntos el cinturón de Campeón de España de peso ligero esta noche.
Es lo que llevan persiguiendo durante tanto tiempo: "Lo que nos viene ahora es lo más bonito. Subirse al ring y disfrutar. Hemos trabajado mucho, nos hemos levantado a las 5 de la mañana para entrenar todo el día. 3 entrenamientos diarios en los que Antonio no ha fallado ni un solo día", explica el entrenador. Independientemente de lo que suceda esta noche, el boxeador de 23 años tiene talento y ambición de sobra para que el futuro le permita gozar de una nueva oportunidad de ser campeón.