Judo
Andrés Mínguez es un exjudoka profesional que viajó a la India para enseñar judo a las mujeres indias y que se sintieran más seguras. Este deporte ayudaba a las jóvenes indias a saber defenderse de peligros como las violaciones.
Este judoka se llama así mismo el último ronin, un guerrero con una buena causa. Esa es la nueva vida de Andrés. Fue judoka profesional, fue internacional por España, y un día alguien le comentó que en la India buscaban profesores de su disciplina.
"Fue una experiencia única y me di cuenta que nuestro deporte podía hacer mucho bien", explica Andrés.
Las niñas y mujeres son las más interesadas en recibir formación, como explica el judoka.
"Las violaciones son un problema a la orden del día. Y este tipo de formaciones les hacen sentirse mucho más seguras", denuncia Andrés.
Una situación que no se limita a la India. Por eso ahora pretende implantar ese mismo programa en otros países subdesarrollados.