Aventura
Es uno de los mayores peligros de esquiadores y alpinistas que se acercan a la montaña en invierno: las grietas escondidas bajo la nieve. A esto se tuvieron que enfrentar dos esquiadores que desaparecieron en el Mont Blanc.
Los servicios de rescate de alta montaña lograron localizarlos tras hallar unos esquís al lado de una grieta. El tiempo, ya en ese momento, corría en contra de los rescatadores. Uno de ellos se tuvo que meter por una grieta estrechísima para llegar hasta los esquiadores. Las imágenes son angustiosas.
El descenso, aún viéndolo desde la cámara, agobia. La tensión, como se ve en las imágenes, es máxima y tras mucho esfuerzo logran sacar a uno de los esquiadores.
El problema es que se hace de noche y el otro esquiador aún permanece dentro de la grieta.
El rescate del segundo hombre es el más dramático. Solo ponerle las cuerdas le supone una tortura al rescatador, ya que el esquiador Esta encajado. Para sacarle hay que romper el hielo primero a martillazos. Una vez liberado comienza la lenta y cuidadosa ascensión. Un rescate de película que pone los pelos de punta.