Europeo atletismo
Al acabar la carrera pensó que era segundo. Se dosificó para remontar al final y colgarse el metal.
Desde hace unos años, Viveiro es conocido en todo el mundo. Adrián Ben es el culpable. Ahora, este gallego de 24 años ha colocado a su pueblo natal en el centro del panorama europeo. La razón: este domingo se proclamaba campeón de Europa de 800 metros en pista cubierta. Lo hacía en Turquía, superando en tres milésimas al segundo clasificado.
Tres números más que su perseguidor que valían un sueño, el suyo: colgarse una medalla y, en este caso, de oro. Ya se encuentra en Madrid, pero el domingo hacía historia en Estambul. La capital turca acogió el Europeo de Atletismo de Pista Cubierta de donde llegaron muy buenas noticias. Una de ellas fue la de Adrián Ben.
El viveirense ya había hecho historia en los Juegos Olímpicos de Tokio hace casi dos años, colándose en la final de los 800 metros, algo inédito para el atletismo español, y que terminó con un quinto puesto. Esta vez iba a ser distinto.
El Ataköy Sports Arena vio arrancar a Adrián tranquilo, colocándose último, una táctica que ya tenía hablada con su entrenador. Aguantó durante la carrera hasta realizar una remontada final que lo llevó a una lucha agónica en los centímetros finales con el francés Benjamin Robert.
Al acabar, el gallego pensó que había quedado segundo. Tenía su metal, pero la foto de llegada decidió no despertarlo del sueño: esa medalla era de oro. Su tiempo, 1.47.34, fue el mismo que el del segundo clasificado, pero con tres milésimas de diferencia.
Tres cifras más que su rival que lo subían a lo más alto del podio. Fue un cabezazo instintivo cuando cruzaba la meta. Ahora, destaca que todo es posible, que los sueños se cumplen y da las gracias: a todos los que han hecho posible este triunfo y, en especial, se acuerda de su padre y todas las veces que lo acompañó a entrenar a Lugo. Mereció la pena recorrer esos 100 kilómetros sin descanso, el oro ya está en casa.