Boxeo
Bien caída la noche en Cardiff (Gales), un ladrón vio en un anciano que acababa de sacar dinero una presa fácil para conseguir un botín de forma rápida... pero nada mas lejos de la realidad. El caballero no solo no se arrugó ante su agresor, sino que pasó al ataque.
El ladrón se le abalanzó por la espalda pero, contra todo pronóstico, el señor se zafó y alzó su guardia para batirse con su agresor. El anciano cuadró su guardia de boxeador y pasó a la ofensiva, llegando incluso a conectarle una izquierda en el rostro.
El veterano pugilista acabó por ganarle terreno y cercarlo contra una pared; incluso llegó a pedirle que avanzase para mostrarle lo que tenía. El ladrón no estuvo siquiera cerca del nivel de la velada.