APROVECHA EL ÉXITO DE SU HIJA
Quizá sea un recuerdo de su antigua vida en Londres, donde trabajaba al volante y tenía un amor en cada parada.
Mitch Winehouse pretende enseñar a su hija cómo ser una verdadera diva y lo hace a través de la música como una nueva forma de instrucción, la que ella entiende. "El armario de mi camerino parece el armario de un lavadero y no hay Jack Daniels ni Champán. Le enseñaré a Amy cómo hacerlo a lo grande", añadió.
Amy Winehouse escucha orgullosa a su Mitch, con la sensación de haber parido a su propio padre. Es la historia al revés, la herencia hacia arriba.