ANTE LA SORPRESA DE LOS TRANSEÚNTES
El violinista libanés Ara Malikian ha sorprendido a los visitantes del Rastro de Madrid con una concierto en plena calle junto a "La orquesta en el Tejado", un proyecto en el que dirige a 15 jóvenes músicos. En ese céntrico barrio de Madrid, donde cada domingo se celebra un mercadillo ambulante, es donde Malikian ha improvisado concierto, una manera de acercar la música a todo el mundo e interactuar con el público.
Entre puestos de vestidos, camisetas, collares y abalorios, poco a poco, se abrió un espacio diáfano en el que, desde la acera próxima, un mimo ataviado con un traje de recortes de periódico que parece ir a anunciar las últimas noticias, levanta su careta y recoge ante la aglomeración. A los pies de la estatua de Eloy Gonzalo un músico comenzó a tocar el chelo, a él se sumó un contrabajo y luego un violinista y luego otro, y así hasta diez músicos que se abrían paso entre la multitud arremolinada, unidos por el duende que movía los hilos, Ara Malikian.
Transeúntes extasiados y turistas sorprendidos se han mantenido expectantes ante los movimientos del expresivo violinista, de pelo ensortijado, que con una sonrisa perenne se pone a tocar y danzar, bajo un sol intenso, durante toda la representación. El violinista asegura que toca aquello que le "gusta al público. Interpretamos a grandes genios de hace 300 años, pero hay genios en todos los tiempos, y hoy son roqueros", a los que con el tiempo -añadió- se les recordará también por su música. No se considera un "precursor" ni un "visionario" por hacer esa fusión.
Con espectáculos como este busca la complicidad del espectador, que se convierte en su fiel seguidor al instante, con palmas y bailes que se unen a los suyos. Por unos instantes, parece que el mercadillo madrileño se ha convertido en Hamelín, cambiando al flautista por violinista. "Me gusta jugar con la música", afirma este hombre que desde los cinco años la vive con pasión. Desde hace algo más de un año dirige "La Orquesta en el Tejado", con la que comenzará a partir del próximo domingo un espectáculo en el Teatro Apolo de Madrid. "Hacemos un trabajo diferente", no tocan sentados ni su manera de vestir se ajusta a la de orquestas tradicionales.
El objetivo de Ara Malikian es acercar la música clásica a todos los públicos. En sus conciertos infantiles Vivaldi es el protagonista. "Mis primeras cuatro estaciones" es el espectáculo que, antes de la actuación en el Rastro llegaba de interpretar en el Teatro Lara, y con el que consigue atrapar la atención de los más pequeños. "La música es vital en su crecimiento.
Es una diversión. No hace falta que toquen ningún instrumento, basta con que lo palpen", explica el músico lleno de pasión. Hoy es una jornada frenética en la vida de Malikian, que acabarán con otro concierto en el Teatro Federico García Lorca de Getafe (Madrid), con "Pagagnini", un espectáculo muy premiado, al que no le falta humor. Sin embargo, un día así no es mucho para él, y asegura que de no haber ido a tocar al Rastro, hubiera ido a pasear. "Así que mejor pasear con el violín", concluye satisfecho.