Galicia
Cuando el tamaño importa. Cansados de la guerra de alcaldes por tener el árbol de Navidad más grande de España, unos vecinos de Vilagarcía de Arousa, en Pontevedra, han decidido destacar por todo lo contrario: por hacer el árbol de Navidad más pequeño del país.
Una lupa enorme atrae la atención de los viandantes en la cristalera del centro cultural Breogán, en el barrio de O Piñeiriño de la localidad pontevedresa de Vilagarcía de Arousa.
Al pegar nuestra frente al cristal y mirar a través de la lente de aumento nos encontramos con un árbol minúsculo. Es el árbol de Navidad más pequeño de España. Un particular récord que han querido batir unos amigos y vecinos de la zona “cansados de ver cómo algunos alcaldes de municipios españoles rozan el ridículo peleando por ver quién lo tiene más grande, que ya no sabemos si se midan el árbol o algo más”, nos dice Pedro Falcón.
Él es el tesorero de este centro cultural y nos explica cómo surgió la idea. “Como todas las buenas ideas, surgió en el bar. Estábamos tomando algo entre amigos y asistiendo a este bochornoso espectáculo de los árboles de más de 40 metros cuando se nos ocurrió ir a la contra. Pensamos ‘¿y si hacemos el árbol más pequeño?’ Y en seguida se lo dijimos a Marian García, nuestra artesana local de mano”.
Primero le preguntaron si sería capaz de hacer un árbol de uno o dos centímetros. La respuesta salta a la vista. “Marian se vino arriba y no sólo hizo el árbol en miniatura con todo detalle, sino que recreó la calle Camilo José Cela del barrio y todo con materiales reciclados. Y, por supuesto, también tiene luces led: en concreto tres, unas pocas menos de las que pone Abel Caballero en Vigo”, bromea Pedro.
“Antonio, el presidente de la asociación de vecinos, me pidió que hiciera el árbol y no dudé. Utilicé tres luces led, musgo seco y un trocito de corcho de una botella de vino de Ribeiro, de nuestra zona, para hacer el macetero. Después, con ayuda de mi marido, pensamos que para que no se viera el árbol tan desangelado podríamos hacer una pequeña maqueta de la calle... y la hicimos. Todo hecho con material reciclado: con cajas de bombones, conglomerado protector de una televisión, musgo, pajas y unas ramitas de flores secas naturales”, explica Marian, hostelera y artesana vilagarciana.
“En total, nos gastamos unos pocos céntimos para comprar algo de purpurina, pegamento y una goma eva”, asegura. Con esto, dice Marian, quieren demostrar “que no hace falta gastar muchísimo dinero en miles de luces led y árboles gigantes para tener gran repercusión”. Lo cierto es que no esperaban “que algo tan pequeño como este arbolito de Navidad fuera a despertar un interés tan grande entre la gente”.