ARTE EN PEKÍN
No encontrará un solo carrete de hilo de seda, tampoco una sola hebra de algodón en el taller de este artista. Sólo trozos de porcelana y alambre. Li Xiaofeng es conocido por sus espectaculares vestidos de cerámica.
Como en el ejercicio de un antiguo puzzle, selecciona fragmentos de cuencos y platos de porcelana tradicional china de las dinastías Ming y Qing y los cose sobre un armazón de cuero con hilo de plata.
"Siento que he iniciado una nueva forma de arte y no ceso de investigar sus posibilidades. No hay nadie que me pueda enseñar cómo hacerlo, todo es nuevo", explica el artista.
Con estas obras busca relacionar lo moderno con lo antiguo, oriente con occidente. "Mi trabajo enseña los cambios en China, una país que poco a poco se va convirtiendo en una superpotencia. Me interesa expresar esta transformación y el impacto de occidente sobre la cultura china", añade.
Estas obras escultóricas se miran, se tocan, y nos las podemos poner aunque no resulten muy prácticas. La mayoría pesa más de diez kilos y el precio... hasta ochenta mil euros.