#METOO
En el marco de la semana de la moda de Nueva York, ocho víctimas de agresiones sexuales se han convertido en modelos por un día para denunciar sus experiencias y que no se vuelvan a repetir. Estas mujeres se han atrevido a dar el paso, acompañadas de hombres con caretas de cerdo que representan a sus agresores.
"Mi nombre es Cheyenne y soy una superviviente de violencia sexual", señala una de ellas. Alicia explica que fue secuestrada con trece años por un violador al que conoció por internet. Este hombre la encadenó del cuello y compartió esta tortura por streaming, por lo que además de la agresión ella lamenta que "hubo gente que disfrutó" con su dolor.
"Hubo gente que disfrutó con mi dolor"
A través de estos diseños, la modista francesa Myriam Chalek ha querido empoderar y reforzar a las mujeres, como ella misma explica: "Intento dar un aire de gladiadora y de guerrera. Es una combinación de materiales pesados con otros ligeros como la seda".
Estas mujeres son miembros del movimiento 'Me too', que se ha convertido en una especie de revolución. Un fenómeno que comenzó el pasado mes de octubre con las denuncias de varias actrices contra el productor Harvey Weinstein y con el que, desde entonces, como un dominó, han ido cayendo numerosos personajes. Directores de cine, de orquesta, fotógrafos y otros muchos profesionales, auténticas estrellas, que han sido acusados por mujeres y también por hombres de haber abusado de ellas y de ellos física y psicológicamente.