Teatro Real
Turandot vuelve a los escenarios españoles. El Teatro Real acoge la obra póstuma de Puccini en una versión, con cerca de doscientos artistas en escena, y con el cartel de "no hay billetes".
"Así calentamos un poquito las cuerdas", el tenor Jorge de León nos recibe en su camerino y nos muestra cómo se prepara para interpretar una de las arias más célebres del repertorio operístico. "Claro. Nessum dorma" (Que nadie duerma) es un aria tan conocida, archiconocida, que la responsabilidad del intérprete, en este caso del tenor, es hacer una interpretación personal con su técnica vocal, con su color, con su forma de sentir y expresar", nos comenta este cantante tinerfeño.
Puccini nos traslada a la antigua China para contarnos la historia de una princesa que ejecuta a todo pretendiente que no responda tres acertijos. En un misterioso extranjero, Turandot se encontrará con la horma de su zapato. Pero veamos qué dice la propia Turandot, interpretada por la soprano napolitana Anna Pirozzi.
"Turandot es una joven que está dañada por los hombres, y por eso vive en ese escudo de hielo. Para ella todos son malos y nunca ha probado el amor, pero lo probará", asegura con gracia Anna Pirozzi.
Con más de 200 artistas en escena, entre cantantes, coros, músicos a los que hay que sumar decenas de técnicos, iluminadores, sonido, maquillaje, decorados. Se trata de una inmensa maquinaria para que cada velada podamos sumergirnos en la magia. Una suma de recursos tecnológicos y tradicionales que han convertido a la ópera en uno de los espectáculos más completos y exigentes a los que hoy podemos asistir. Y Turandot, es un ejemplo de ello.
El maquillaje es clave en esta representación. "La gente que va a maquillar y peinar sabe a qué persona va a hacer y el tiempo que tiene para hacerlo, que en este caso es media hora, y con estos datos y con estos, saben si llevan postizos, si llevan sombreros, y que lo tienen colocado en cada casilla del departamento de caracterización", nos cuenta Carmen García, una de las responsables de esta disciplina en el Teatro Real.
Y ahora una pregunta: ¿qué aporta la ópera a nuestras vidas? "Traed a los niños al teatro. Que vean ópera", asegura Pirozzi rotunda. Ya lo han oído, palabra de Turandot.