SEQUÍA DE ESTE TUBÉRCULO
La península de Istria en Croacia cobija la trufa blanca, un manjar de dioses que se esconde entre los bosques. Son los perros adiestrados los que escarban la tierra húmeda y siguen el aroma de este tubérculo hasta dar con él. En los restaurantes, la trufa blanca sufre una metamorfosis y se transforma en un exquisito manjar. Este tipo de trufa era una especialidad en la mesa de los aristócratas y todavía hoy es un plato exclusivo.
Su precio habitual ronda los 1.000 euros/ kg aunque este año se calcula que alcance los 4.000 euros. Aún así su valor es tan preciado que siempre hay quien está dispuesto a todo por ella, un magnate llegó a pagar 250.000 euros por un ejemplar de kilo y medio sacado a subasta. Después de algún tipo de caviar éste es el alimento más caro de la tierra.
La policía croata asegura que en los últimos meses se han incautado de 21 kg de trufa. Las mafias las esconden en los parachoques de los coches para que pasen desapercibidas ante las autoridades.