GRAN AMBIENTE EN ILLUMBE
La tarde comenzó con una atronadora ovación por parte del público que llenaba los tendidos del coso vasco de Illumbe, celebrando el regreso de la fiesta de los toros a San Sebastián. El Rey emérito Juan Carlos presenció la corrida desde una barrera acompañado por su hija, la Infanta Elena, y sus dos nietos, Victoria Federica y Froilán, recibiendo el brindis de los tres toreros en señal de respeto y gratitud por su apoyo.
Distintos personajes públicos asistieron al evento taurino en señal de apoyo a la vuelta del toreo a San Sebastián como el chef Juan Mari Arzak o el director de cine Agustín Díaz Yanes entre otros.
Enrique Ponce cortó una oreja al cuarto toro de la tarde, curiosamente fue el primer torero en lograr obtener trofeos en la inauguración del coso en 1998. Se premió la inteligencia y el temple del maestro valenciano. A lo largo de la tarde consiguió llenar de interés sus faenas, en las que destacó la suavidad y los recursos más vistosos de su repertorio.
Con el primero de su lote desarrolló una faena más medida dada la falta de fuerza de su oponente. Sin embargo, frente al cuarto, logró los momentos de mayor emoción y estética de la tarde. Los años parecen no pasar por este torero que continúa incombustible pese a llevar en activo 25 años como matador de toros, manteniendo su vitola de figura.
Alberto López Simón es la revelación de la temporada, y por ello la empresa gestora le premió dándole la sustitución de Paquirri, grevemente herido en Huesca. Derrochó ganas ante los dos de su lote pero no logró puntuar por su fallo a espadas, aún así dejó una grata impresión en el coso donostiarra.
La firmeza y la entega fueron los pilares de sus actuaciones, logrando una conexión inmediata con la afición vasca. Se confirman las ganas de este torero, que pese a su juventud se mide con los más grandes sin quedarse atrás, y mañana sustituirá a Cayetano en Gijón.
Por su parte, José María Manzanares intentó todo frente a un segundo toro con asperezas propias de la bravura. El toro llegó a alcanzarle hasta en dos ocasiones, pero el amor propio del torero le llevó a seguir delante de la cara del toro sin éxito. El público reconoció su esfuerzo con una cerrada ovación. El quinto toro no le dió opciones y sólo permitió justificarse al torero alicantino, que lució un terno negro y azabache en señal de luto por la muerte de su padre.
Ficha del Festejo:
Toros de Torrestrella, de desigual comportamiento.
Enrique Ponce, ovación con saludos y oreja tras aviso.
José María Manzanares, ovación con saludos y silencio.
López Simón, ovación con saludos tras aviso en ambos.