Vuelta a la universidad
El mes de septiembre supone para muchos el fin de sus vacaciones y la vuelta la rutina. Más de 1.300.000 estudiantes inician un nuevo curso en la universidad y algunos lo harán lejos de sus casas.
Hasta el 15% de los estudiantes eligen hacer la carrera fuera de sus regiones. La Rioja y Castilla-La Mancha son las Comunidades Autónomas donde menos jóvenes se quedan a estudiar, solo un 37% y un 40% respectivamente. Por otro lado, Madrid es la ciudad donde más universitarios llegan de otros lugares. En total de los más 60.000 estudiantes que cursan un grado en esta región, un 40% no son foráneos.
Todos los que se ven obligados a desplazarse en nuestro país para estudiar quieren lo mismo: encontrar alojamiento y a buen precio.
Muchos se decantan por las residencias universitarias, tanto públicas como privadas, en las que se incluye tanto el alojamiento como la comida y otros servicios. Sin embargo, su alto precio las convierte en una opción inalcanzable para muchos. En ciudades como Madrid y Barcelona alojarse en una residencia puede llegar a superar los 1.000 euros mensuales.
Compartir piso era hasta ahora la opción preferida de los jóvenes, por su la amplia oferta que suele haber en las ciudades estudiantiles y su mayor asequibilidad. Pero en los últimos años hemos sido testigos de una subida exponencial de sus precios. Según datos del Banco de España, los alquileres han subido más de un 50% en nuestro país. Encontrar una habitación a buen precio se convierte en muchos casos en misión imposible.
Estas trabas están provocando que aparezca un nuevo abanico de posibilidades y otras formas de encontrar habitación más allá de las inmobiliarias.
Por otro lado, las nuevas tecnologías están abriendo un nuevo abanico de posibilidades y surgen nuevas formas de encontrar habitación más allá de las inmobiliarias. Existen aplicaciones en las que no solo puedes elegir la zona en la que quieres vivir, también tus compañeros que que más se adecuen a tu personalidad.
Pero existen otras opciones como la que ofrece el Programa CONVIVE, que permite que un estudiante viva en casa de una persona mayor durante el curso académico. El alquiler es normalmente gratis, solo tendría que compartir ciertos gastos como la luz, agua, internet… A cambio, el universitario se compromete a pasar parte de su tiempo libre con quien le da cobijo. Es el caso de Rosa, quien lleva ya cuatro años compartiendo su casa con estudiantes. Sin duda, un auténtico intercambio de experiencias.