FESTIVAL O SON DO CAMIÑO
Siempre que un festival debuta la gente tiene reservas. ¿Será bueno el recinto? ¿Será buena la organización? ¿Estará bien el sonido? ¿Habrá problemas con las barras o los puestos de comida?
El O Son do camiño respondió positivamente a todas esas preguntas. Una ciudad como Santiago perfectamente adaptada al turismo, una organización que dio muy pocos problemas y uno de los mejores escenarios principales que hay: el Monto de Gozo.
El primer día fue el del rock alternativo con las guitarras de Franz Ferdinand levantando a la gente para que The Killers remataran la jugada. La banda de Las Vegas liderada por Brandon Flowers cumplió y ofreció un fiestón correcto y previsible. Hora y media de concierto con gran sonido, sus mejores éxitos que la gente coreó y pocas sorpresas.
El segundo día fue el más eclético y variado. Residente (el cantante de Calle 13) puso al escenario principal a bailar con ritmos latinos y Two Door Cinema Club continuó con la fiesta a golpe de guitarra coreable.
La noche tuvo dos ganadores, Jamiroquai y La MODA. El primero ofreció uno de los conciertos más sólidos, potentes y brutales de todo el festival. Se permitió el lujo de no tocar “Virtual Insanity” pero regaló momentazos con “Canned Heat”, “Cosmic Girl” y el cierre en el que los bajos saturados de “Deeper Underground” hicieron vibrar a todo el público.
El segundo le metió tantas ganas, intensidad y buen rollo que consiguió conquistar a todos los que se agolparon en la cuesta del segundo escenario. La propuesta de estos siete chicos de Burgos es diferente e innovadora en el panorama español, una mezcla de punk, folk y rock con instrumentos como el saxofón, el acordeón o el banjo que te pone a saltar y bailar con mucha facilidad.
El tercer día fue el más abarrotado y tuvo dos de los mayores conciertos de todo el festival. La solidez y caña de León Benavente prepararon a la gente para la avalancha de clásicos de Lenny Kravitz.
Una banda espectacular que lleva tocando muchos años junta y un setlist soberbió en el que repaso lo mejor de su carrera. Rock, soul y r&b mezclados con mucha clase y una presencia en el escenario que sólo tienen las grandes estrellas. Sonaron temazos como “Fly Away”, “American Woman”, “Again”, “Were Are We Running”, “Let Love Rule” y “Are You Gonna Go My Way”. Con 54 años Lenny Kravitz sigue manteniendo su magia y su mojo.
Martin Garrix fue el encargado de cerrar el festival con una sesión que hizo bailar a la gente mucho. El EDM es uno de los estilos de lo moda en todo el mundo y aunque de primeras no encaje con el rock o el indie del resto del cartel fue el punto final en todo lo alto perfecto para este festival.
Esperamos que el O Son do camiño haya llegado para quedarse y tengamos muchos años más de conciertos gigantes como los de Jamiroquai y Lenny Kravitz en el Monte do Gozo.