CONCIERTOS EN MADRID Y BARCELONA
"Hace treinta años, en nuestro primer concierto de esta gira, la pirotecnia quemó todo el escenario. Tuvimos que suspender las actuaciones", cuenta Roger Waters. Tres décadas después los ladrillos de ese muro llevan los nombres de los marines muertos en Beirut. El cerdo, símbolo de la banda, sigue sobrevolando el escenario, y la crítica contra la guerra, la opresión y la exclusión mantiene su vigencia. "Ninguno de los cambios revolucionarios ocurridos en Túnez, Egipto o Libia se habrían producido sin las nuevas tecnologías", considera Waters.
Para Roger la juventud ha encontrado en internet la mejor herramienta de agitación social. Viernes y sábado estará en Madrid. Martes y Miércoles en Barcelona. Será donde levante su muro. Cuando acabe el próximo año su gira por Sudamérica no tiene planes, nos ha dicho a sus 68 años. Quizás sea el momento de la jubilación. Pink Floyd dejará de poner ladrillos.