Frisos del Partenón
El nuevo gobierno laborista de Keir Starmer propone la medida para restaurar las relaciones con Europa y resolver una de las polémicas culturales más prolongadas.
El nuevo gobierno laborista de Reino Unido estudia devolver a Grecia los frisos del Partenón. Se trataría de un préstamo a largo plazo entre el Museo Británico, donde se encuentran ahora mismo, y el gobierno griego. Starmer quiere así también comenzar a restaurar buenas relaciones con Europa. Los frisos del Partenón son una de las obras maestras de la escultura griega clásica.
Originalmente, los frisos decoraban el Partenón, un templo dedicado a Atenea en la Acrópolis de Atenas. Consiste en una larga banda esculpida, que rodeaba la parte superior de las paredes interiores del Partenón. Se encontraba sobre el peristilo, que es la columnata exterior del templo.
Representa la Procesión Panatenaica, una festividad religiosa que se celebraba cada cuatro años en honor a la diosa Atenea. Se compone de 92 metros de relieves continuos que muestran a figuras humanas y animales en alto y bajo relieve. Incluye dioses, ciudadanos, caballos, carros, músicos, portadores de ofrendas y otros elementos de la procesión.
Fue diseñado bajo la dirección de Fidias, uno de los más renombrados escultores de la Grecia antigua. Las figuras están representadas con gran detalle y dinamismo, lo que refleja el estilo clásico ateniense. Los relieves varían en profundidad para crear un efecto tridimensional.
Desde su creación en el siglo V a.C., los frisos han pasado por varios eventos históricos que han afectado su integridad. En el siglo XIX, gran parte del friso fue removido por Lord Elgin y llevado a Inglaterra, donde actualmente se exhibe en el Museo Británico de Londres. Este hecho ha sido motivo de controversia y discusiones sobre la restitución del arte expoliado. Algunos fragmentos del friso permanecen en Atenas, en el Museo de la Acrópolis.
Existe un debate continuo sobre si los frisos deberían ser devueltos a Grecia. Los argumentos a favor incluyen el retorno del patrimonio cultural a su lugar de origen y la reunificación del friso, mientras que los argumentos en contra se centran en cuestiones legales y de conservación.
Los frisos del Partenón son considerados una obra maestra del arte antiguo y son patrimonio de la humanidad, destacando la importancia cultural e histórica de la antigua Grecia. Han influido en innumerables obras de arte y arquitectura a lo largo de los siglos y continúan siendo un símbolo de la grandeza de la civilización griega antigua.
Hoy en día, los frisos se pueden ver en el Museo Británico y en el Museo de la Acrópolis, y su estudio sigue siendo una parte vital de la educación sobre la escultura y la historia del arte. Estos frisos no solo son una maravilla artística, sino también un testimonio de la habilidad técnica y la sofisticación cultural de la Atenas del siglo V a.C.
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