EN EL AÑO CERVANTES
"Las planchas se encontraban en un estado lamentable realmente, muy deteriorado. Hemos conseguido restaurarlas 200 años después de que se hiciera esta edición", explica Juan Carlos Solís, editor. De esta forma, han conseguido recuperar este tesoro del siglo XVIII.
"Hemos tenido que dedicar tres o cuatro meses de intenso trabajo, tratando de recuperar las planchas borrando todos los arañazos, golpes y oxidaciones", cuenta Venancio Arribas, restaurador y estampador.
Un minucioso trabajo recuperado en el año Cervantes, un lujo de la bibliofilia. Así ha quedado tras la impresión, el grabado lo hicieron a buril, un afilado estilete y fueron varios artistas de la época.
"Hoy en la actualidad no existen artistas grabadores que puedan grabar con ese grado de detalle como lo hacían en 1797, este libro reúne un elenco de grabadores muy importantes, los más importantes que había en la época", añade Juan Carlos Solís.
Escenas universales que han quedado plasmadas para contar con más detalle la gran obra de nuestra literatura.