Alimentación
En los últimos años, las pitayas, también conocidas como frutas del dragón, han conquistado los paladares españoles. Un alimento exótico de gran sabor y beneficios. Pero, ¿qué son exactamente las pitayas y qué es lo que las hace tan especiales?
Las pitayas son el fruto de diversas especies de cactus pertenecientes al género Hylocereus y Selenicereus, una fruta exótica originaria de Centroamérica desde el norte de México hasta Colombia, que fue descubierta por los conquistadores españoles y consumida durante siglos por sus propiedades nutricionales y su delicioso sabor. Aunque su cultivo se ha expandido a más países, como Vietnam, Tailandia, China y Taiwán. Vietnam es el principal productor mundial de pitaya roja, mientras que Colombia, Guatemala y Ecuador destacan en la producción de pitaya amarilla.
Su olor es fresco y fragante, tiene un característico aspecto, con un exterior de color rosa intenso y una pulpa blanca salpicada de pequeñas semillas, que nos recuerda a los kiwis, convierténdolas en la opción perfecta para cualquier plato gracias a su atractivo visual.
Una de las razones principales de la popularidad creciente de las pitayas es su impresionante perfil nutricional. Son ricas en antioxidantes, fibra, y vitaminas C y B, lo que las transforma en un alimento ideal para mejorar obtener una alimentación energética, una estupenda salud digestiva, fortalecer el sistema inmunológico y promover una piel saludable.
Además de sus beneficios para la salud, las pitayas son versátiles en la cocina. Se pueden consumir crudas, simplemente cortadas en cuartos o rebanadas, o como parte de recetas más elaboradas, como ensaladas, smoothies, mermeladas e incluso helados. Su sabor suave y ligeramente dulce las hace compatibles con una amplia variedad de platos, tanto dulces como salados.
En los últimos años, el cultivo de pitayas ha ganado terreno en España debido a su adaptación a ciertas regiones del país y a la creciente demanda de los consumidores por productos exóticos y saludables. Agricultores de diversas regiones han comenzado a apostar por este cultivo, aprovechando las condiciones climáticas favorables y el interés del mercado.
La provincia de Cádiz ha sido pionera en el cultivo de pitayas en España, con áreas dedicadas en Conil y Sanlúcar de Barrameda. La recolección ya está en mercados de Jerez de la Frontera, donde los precios son mucho más bajos que las importadas que solían costar entre 12 y 20 euros/kg.
El aumento en la disponibilidad de pitayas en España ha contribuido a su popularidad. Su presencia en el mercado nacional ha eliminado las barreras logísticas y económicas asociadas con su importación desde Sudamérica y Asia, permitiendo a más personas disfrutar de esta deliciosa fruta.
Existen multitud de variedades y subvariedades de la pitaya, pero fundamentalmente, las dos más consumidas son la pitaya roja y la pitaya amarilla.
Pitaya amarilla: con pulpa blanca y más dulce que la de piel roja, es cultivada en zonas tropicales como Colombia y Ecuador y está disponible de enero a marzo.
Pitaya roja: con pulpa blanca, roja o morada, es cultivada en varios países como Vietnam y Guatemala, está disponible principalmente de julio a octubre.
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