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Puerta del Sol

¿Por qué el reloj de la Puerta del Sol marca las cuatro con IIII y no con IV?

Son muchas las teorías acerca de por qué algunos relojes tienen 'IIII' en lugar de 'IV', como el de la madrileña Puerta del Sol.

Imagen del reloj de la Puerta del SolEFE/Fernando Alvarado

El 4 se identifica como IV en el sistema de numeración romana, que utiliza letras mayúsculas para representar todos sus valores numéricos.

Es posible que muchas personas se hayan dado cuenta de que, en algunos relojes con numeración romana, el 4 se presenta como IIII en lugar de IV, como establece la norma.

Esta peculiaridad no se limita a relojes de pulsera o de pared, sino que también se observa en algunos tan emblemáticos como el de la conocida PuertadelSol de Madrid, donde el 31 de diciembre se dará la despedida del 2023 para dar la bienvenida al nuevo año 2024.

Aunque algunos puedan pensar que se trata de erroresaislados cometidos por relojeros descuidados, la realidad es algún motivo hay detrás de ello.

Controversia por los motivos

La numeración romana tiene sus raíces en la numeración etrusca, un sistema en el que cada símbolo se suma al anterior. Mientras que para los etruscos el 4 se expresaba como IIII, los romanos lo transformaron dando lugar al IV.

A pesar de esta evolución, en la Antigua Roma persistió la escritura de IIII, motivada en parte por supersticiones. En latín, las letras IV coinciden con las dos primeras letras de Júpiter (IVPITER), el dios supremo de la mitología romana. Por considerarlo blasfemo, algunos preferían cambiar la norma.

Esta elección continúa generando debate. Según el Instituto Británico de Relojería, la preferencia por IIII en lugar de IV responde a motivosestéticos. La disposición de estos cuatro caracteres IIII crea simetría con el VIII, ubicado en el ladoopuesto de la esfera del reloj.

Otra argumentación es que IIII resulta más legible y evita confusiones con el número VI (6), que también está invertido.

Otros también defienden incluso un origenmonárquico de esta elección, remontándose al siglo XIV, cuando el ReyCarlos V de Francia recriminó a un relojero por utilizar IV en lugar de IIII. La anécdota concluyó con la afirmación del Rey: "yo nunca me equivoco".