Camino de Santiago
Una nueva normativa municipal prohíbe los pícnics de los peregrinos una vez llegan a la meta del Camino de Santiago.
No hace falta pasar más de unos minutos en la Plaza do Obradoiro, a partir de mediodía, para ver a los primeros infractores. Es costumbre de los caminantes, al llegar al kilómetros cero de su ruta, sentarse ante la Catedrala comer o beber cualquier cosa que lleven en la mochila. Pero, en los últimos días, tampoco hacen falta más de unos minutos para ver al primer agente informando a los peregrinosde que esa práctica tan extendida está ahora prohibida.
Pretende el Ayuntamiento de Santiago, con una nueva normativa municipal, salvaguardar la limpieza de este Patrimonio de la Humanidad, aplicando una medida que ya funciona en otras ciudades europeas, como por ejemplo en Florencia.
"¿No se puede? Ahora lo guardo", nos dice un peregrino al advertirle de la nueva ordenanza. Por ahora los agentes no están emitiendo sanción alguna pero sí se ha incrementado la presenta de la policía en la plaza para informar a todos aquellos que consideren infractores.
Entre los peregrinos hay opiniones para todos los gustos pero ni uno de ellos rechista cuando los agentes se dirigen a ellos para decirles que deben ir a beber o comer a otro lugar.
El aumento de turistas y caminantes durante este Año Xacobeo ha llevado a las autoridades locales a tomar esta medida que, esperan, pueda ayudar a mantener el orden y la limpieza en un enclave que recibe, a diario, a miles de personas.