Nueva normalidad
El sábado pasado se llevó a cabo una prueba piloto en la que se celebraron seis verbenas en seis ayuntamientos gallegos. Tras el éxito de ese primer contacto, este fin de semana las orquestas han vuelto a subirse a los escenarios después de más de un año.
Las ganas eran muchas. Y la necesidad también. En Galicia hay más de 300 orquestas registradas y después de más de un año de parón, su supervivenciaestá en el limbo.
A Estrada, en Pontevedra, fue una de las localidades que este sábado recuperó la celebración de sus fiestas patronales, y con ellas, su tradicional verbena. Resulta difícil entender el verano gallego sin ellas, por lo que este paso es, sin duda, uno más -importante- en el camino hacia la nueva normalidad.
Nueva porque también en las verbenas han cambiado las cosas, al menos por ahora. Un espacio que en circunstancias normales podría acoger a mil personas, en esta ocasión estaba limitado para 250. Todos ellos tuvieron que dejar sus datos a la entrada y mantener la mascarilla puesta en todo momento, a pesar de estar al aire libre y de ser en el día en el que dejaba de ser obligatoria para los espacios públicos.
Y la pregunta más repetida ¿se puede bailar? Sí, se debe de hecho, así se encargaron desde el escenario. Los encargados de ponerle música al momento fueron la orquesta Los Satélites que comenzaron su actuación dando las gracias por la confianza y deseando que los presentes disfrutaran, más que nunca, de la velada.
Una velada corta, apenas hora y media de actuación, y a plena luz del día ya que comenzó a las ocho de la tarde. Una vuelta que casi supo a poco pero que dejó un gran sabor de boca.