CUARTA JORNADA DE CIBELES
Un poco invernal se ha presentado hoy lacuarta jornada de Madrid Cibeles Fashion Week, con colecciones destinadas a la primavera-verano en la que tejidos nada frescos, como las pieles, las plumas y los tipo "neopreno", tendrán un papel primordial.
Andrés Sardá estrenó hoy la pasarela con una línea en la que eldiseñador catalán y su hija Nuria no han dudado en recurrir a laspieles y los chubasqueros combinados con botas altas de agua. Inspirada en el mundo del fotógrafo australiano de origen alemán Helmut Newton, famoso por sus imágenes de seductoras amazonas en losochenta, la colección de Sarda es rica en contraste de tonos ymateriales, con el blanco y el negro como colores casi únicos.
Nuria Sardá explicó que en esta colección han querido jugarcon el masculino y el femenino, introduciendo chaqués y esmoquin que se feminizan al convertirse en seductoras piezas según el momento. Una vez más, las piedras de Swarovsky juegan un papel fundamental en biquinis, bañadores y lencería, así como las anillas estratégicamente situadas para regular el tamaño de las piezas, las lentejuelas y las prendas reversibles. Entre las principales novedades, la firma apuesta por lasupresión de los aros en sujetadores, manteniendo las copas, asícomo una línea más escotada del bajo de las piezas para estilizar la figura.
Al blanco y el negro, colores centrales de la colección, se unenel coral, turquesa y frambuesa, aunque en pequeñas dosis, mientrasque la firma introduce una línea de estampados urbanos en una ricagama de grises, así como otra de rayas y topos en su versiónvintage más sesentera. Si durante el día los reyes de la colección son las gasas, lastransparencias y los volúmenes etéreos, al caer la noche el toque deglamour lo aportan las plumas y los cristales, en una colección cuyalínea principal cuya seña de identidad es el diálogo entre lomasculino y lo femenino.
A Sardá le siguió en la pasarela Jesús del Pozo, de cuyacolección se aplaudió sobre todo sus creaciones de inspiracióngreco-romana, repletos de drapeados, así como sus sugerentes vestidos de noche, que se acortan hasta transformarse en bodys. El madrileño deja el blanco roto para la mañana, con trajes chaqueta de faldas asimétricas que van adquiriendo pinceladas de naranja y cadmio y diferentes tonalidades de azules en piezas en lasque destaca un colorido encordado, ya sea en el pecho o en laespalda.
Del Pozo no olvida en esta colección las características texturas rústicas de la casa, en lino y seda, que dan forma a vestidos en lagama de los tierra, de corte muy urbano y "sport". Para la noche deja tonos más fuertes como el morado, conatractivas capas, mientras que en las horas centrales del díaintroduce las superposiciones de distintos tejidos dentro de unamisma prenda. Miguel Palacio, al igual que Sardá, también ha dejado en segundolugar la comodidad de las prendas frescas para el verano, poniendoel acento en tejidos rígidos y acartonados, tipo neopreno, con laintención de crear una estructura compacta.
Jugando al contraste, Palacio -a cuyo desfile asistió Simoneta Gómez Acebo-, combina este tipo de algodón negro grueso, que utilizaen vestidos y chaquetas de corte redondeado, con tejidos más fluidoscomo la seda, con la que da forma a vaporosos vestidos en los queintroduce distintas tonalidades de naranja, rojos y bordados deflores. Los piqués de algodón de gran relieve y los "pailletes" aportanluminosidad a los vestidos y faldas de la colección, salpicada dediminutos bordados, en la que se crean volúmenes inesperados con laayuda de nudos y frunces. No obstante, la principal nota de color Palacio la aporta con elcalzado, unos altísimos "peep toes" de lengüeta subida en fuertes tonalidades.