CASI 20 AÑOS EN UN CINE DE BOMBAY
El viernes saltaba la noticia de que una película de Bollywood, conocida popularmente como 'DDLJ', dejaba de exhibirse después de 1.009 semanas de proyección, casi veinte años, en un cine de Bombay, en el oeste de la India. 'Dilwale Dulhania Le Jayenge' ('El valiente de corazón se llevará a la novia'), se proyectaba diariamente desde su estreno en 1995 en el cine-teatro Maratha Mandir de esta ciudad hasta la que se anunció como su última sesión, el pasado jueves.
Apenas dos días después, esa sala de proyecciones ha decidido volver a ofrecer ese largometraje ante el "apabullante clamor" del público, según ha anunciado la distribuidora. La compañía india Yash Raj Films explicó en un comunicado en su página web que recibió un aluvión de peticiones, así que la empresa de entretenimiento y los propietarios de la sala acordaron reanudar la proyección en el horario matutino habitual en que se exhibía.
Estrenada el 19 de octubre de 1995, la obra se podía ver a precios populares, pero la baja ocupación de la sala, con entre cien y doscientas entradas diarias vendidas para un aforo de 1.105, llevó a los propietarios a introducir nuevos títulos en sesión matinal. La película estableció en abril de 2007 un récord mundial de 600 semanas seguidas de exhibición. El largometraje dirigido por Aditya Chopra y protagonizado por estrellas del cine indio como Shahrukh Khan, Kajol y Amrish Puri, narra una historia de amor con los contenidos típicos del gusto mayoritario del público local, como romance, comedia, acción, música y baile.
Muchos de sus temas musicales siguen en la actualidad entre las canciones más escuchadas de la música de Bollywood, la industria del cine con sede en Bombay. Incluso el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, citó uno de los diálogos más populares de la película durante su visita a Nueva Delhi el mes pasado.
La India supera a Hollywood en número de películas, con cerca de mil al año producidas en Bollywood y en el resto de puntos neurálgicos del sector cinematográfico en el gigante asiático, el doble que la producción estadounidense. Ir al cine es una de las principales aficiones en el segundo país más poblado del mundo, con 1.250 millones de habitantes que anualmente compran 3.600 millones de entradas, lo que supera con creces a Estados Unidos, el país con más salas de proyección.