EAT YOUR HEAR OUT
En la exposición se puede comprar desde una torta con la decoración de un par de pulmones enfermos o una pierna infectada hasta cupcakes con la decoración de una boca con herpes, que simbolizan enfermedades de transmisión sexual y alertan sobre los peligros del sexo sin protección.
Emma Thomas, es la directoar de este proyecto al que ha llamdo 'Eat Your Hear Out' y asegura que la reacción del público a las imágenes de orejas ensangrentadas o galletas con forma de tejido corporal ha sido variada, "La gente dice, 'Oh, eso es increíble" o "Eso es realmente asqueroso, ¿por qué iba alguien a comer eso?'".
"Algunos de los pasteles están haciendo vomitar a las personas", ha afirmado Thomas, quien admite que tuvo que raspar los glóbulos rojos de una magdalena antes de poder comer una. "Lo que hacemos es empujar los límites de lo que la gente puede soportar", una exposición realmente macabra para pegarse un asqueroso artracón de azucar.