EL AYUNTAMIENTO DE PARÍS
Los enamorados parisinos habían elegido el Puente de las Artes para dejar constancia de su amor dejando un candado atado a sus barrotes. Primero fue uno. Luego, otro. Y así hasta casi 1.600.
Son tantos, que el ayuntamiento ha decidido no sólo prohibir la 'amorosa' práctica sino también retirar los que actualmente adornan el Puente porque suponen demasiado peso para el Puente. Son negativos para la conservación del Patrimonio, aseguran.
No obstante, y para permitir que las parejas puedan seguir haciendo demostración de su amor, el consistorio se plantea colgar los candados en una especie de estructuras metálicas o columnas de acero.