El mundo desde unos tacones de vértigo

Caminar con tacones de vértigo es lo primero. Tiene su técnica aunque, tratándose de jóvenes cuyo sueño es subirse cuanto antes a una pasarela, el primer paso para ellos y ellas es pan comido. Otra cosa es saber enseñar una prenda, un zapato o un pañuelo. Expresar un estado de ánimo, y seducir.

Su profesora -la ex modelo Katarina Leite- ve rápidamente en esos alumnos sus primeros defectos: "Ser modelo lo ven simplemente como posar y caminar. Pero cuando les hablar de expresión corporal, o de otras técnicas, nos dicen, ¿para qué quiero yo esto?".

Alguno de los alumnos, en cambio, lo tiene muy claro: "En esta profesión hay que ser competitivo, y yo lo soy", dice uno de ellos.

El camino es muy duro y lo saben, pero están dispuestos a arriesgarlo todo por una profesión que les apasiona. Aunque no todos están psicológicamente preparados, según dice su profesora. La seguridad en sí mismos es lo más importante, tanto para llegar a la meta que se han marcado como para quedarse en el camino.