Obituario
La actriz británica Maggie Smith ha muerto este viernes a los 89 años.
La actriz británica Maggie Smith, reconocida mundialmente por sus icónicos papeles en la saga de 'Harry Potter' y la serie 'Downton Abbey', ha fallecido a los 89 años, según informó este viernes su familia. En un comunicado, sus hijos, Toby Stephens y Chris Larkin, confirmaron que su madre "falleció pacíficamente" en el hospital a primera hora de la mañana de este viernes.
"Con gran tristeza tenemos que anunciar la muerte de la dama Maggie Smith", expresaron en la nota, refiriéndose a la actriz por el título de "Dame" que le fue otorgado en 1990 por la reina Isabel II, un honor que es el equivalente femenino de "Sir". "Falleció pacíficamente en el hospital a primera hora de esta mañana, viernes 27 de septiembre. Era una persona muy reservada y sus amigos y familiares la acompañaron en el final. Deja dos hijos y cinco nietos cariñosos que están destrozados por la pérdida de su extraordinaria madre y abuela", añadieron.
Los hijos de Smith aprovecharon para agradecer "la atención y generosidad" del personal del Hospital Chelsea y Westminster, donde la actriz pasó sus últimos días. "Les agradecemos a todos sus amables mensajes y su apoyo, y les pedimos que respeten nuestra privacidad en este momento de dolor", concluyeron en su mensaje.
Nacida en 1934 en el este de Londres, Maggie Smith se convirtió en una leyenda del cine, el teatro y la televisión británica, con una carrera que abarcó más de seis décadas desde su debut en 1952. A lo largo de su trayectoria, ganó numerosos premios, incluidos dos Oscar: el primero por su papel en 'The Prime of Miss Jean Brodie' en 1970 y el segundo por 'California Suite' en 1979. Conocida por su elegancia, carisma y una versatilidad que la llevó a interpretar desde personajes dramáticos hasta roles de comedia, Smith conquistó a varias generaciones de espectadores.
En sus últimos años, su papel como la estricta y carismática profesora Minerva McGonagall en la exitosa saga cinematográfica de 'Harry Potter' la hizo aún más querida por un público joven, una elección que la autora J.K. Rowling impulsó personalmente, convencida de que Smith era la actriz ideal para encarnar al entrañable personaje.
Su pérdida deja un vacío enorme en el mundo del entretenimiento, donde su legado será recordado durante generaciones.
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