RECONOCIDA AUTORIDAD DEL GÉNERO DE CIENCIA FICICÓN
Ray Bradbury autor de clásicos como 'Fahrenheit 451' o 'Crónicas Marcianas' ha fallecido a los 91 años de edad, según han confirmado fuentes editoriales.Ray Bradbury nació en Waukegan, Illinois, en 1920, y residia en Los Angeles desde 1934. Bradbury fue un ávido lector en su juventud además de un escritor aficionado. Como pudo asistir a la universidad por razones económicas, para ganarse la vida, comenzó a vender periódicos.
Se formó como escritor de manera autodidacta. Sus primeros trabajos los vendió a revistas a comienzos de los 40. Entre novelas, colecciones de cuentos, poemas y obras de teatro, ha publicado más de una treintena de libros.Ha desarrollado una amplia actividad en el mundo del cine, el teatro y la televisión. En 1989 fue nombrado Gran Maestro de la SFWA (Asociación de autores de ciencia ficción norteamericanos) y en 1999 recibió el SF Hall of Fame por toda su carrera.
Entre sus obras figuran títulos como 'Ahora y siempre', 'Green Town' (El vino del estío y El verano del adiós), 'Zen en el arte de escribir', 'El maravilloso traje de color vainilla', 'Remedio para melancólicos', 'El Arbol de las Brujas', 'Columna de Fuego'. De todos sus libros se han vendido más de ocho millones de copias en 36 lenguas. Además, su nombre aparece cerca del top de cualquier lista de los mejores autores de ciencia ficción del siglo XX en la línea de escritores como Isaac Asimov, Arthur C. Clarke o Robert A. Heinlein.
La ciencia ficción intelectual que Ray Bradbury escribió en papel fue, en cambio, desaprovechada en el cine, con excepciones como "Fahrenheit 451" o su cameo en "Ricas y famosas", de Cukor, aunque en televisión encontró un hueco en "The Ray Bradbury Theatre", serie que estuvo siete años en antena. La muerte de Bradbury deja un impresionante legado literario, pero, curiosamente, como otros grandes escritores -desde Marcel Proust a Philip Roth-, no ha sido un escritor al que se le haya hecho justicia en el mundo del cine.
Solo la película "Fahrenheit 451", de François Truffaut, puede ser más o menos meritoria de llevar el sello de su autor literario, si bien no se encuentra entre las mejores obras de un director que, cambió su lengua madre (el francés por el inglés) y se acercó a un género a priori antitético a su universo. El filme, de tibia acogida en su día, hoy luce algo anticuado, aunque retiene parte de las fascinación distópica del libro y su denuncia de la analfabetización como arma de poder es más vigente que nunca, además de ganar con las presencias de Julie Christie y Oskar Werner.
Por ello, con todo, es la más recordada de sus adaptaciones. Un Jack Clayton en horas bajas -lejos quedaban títulos maestros como "Suspense" o "Un lugar en la cumbre"- fue contratado por la factoría Disney para llevar a buen puerto la adaptación "El carnaval de las tinieblas", con guión firmado por el propio Bradbury. Pero lo que Clayton había conseguido con Henry James y su "Otra vuelta de tuerca" o con Scott Fitzgerald en "El gran Gatsby" no se repitió en aquella historia del lado oscuro de una compañía de comediantes protagonizada por Jason Robards, Jonathan Pryce y Diane Ladd.