Tras las denuncias de los animalistas
Eso de 'al agua patos' en Sagunto se ha terminado. Hace tiempo que se dieron cuenta de que tanto manoseo de los ánades por parte de los bañistas causaba mucho estrés a las aves. Así que ahora lo que se lanzan son pelotas y flotadores de goma. Una tradición reinventada pese a que algunos disienten.
La realidad es que las denuncias de los animalistas han ido cambiando muchas fiestas. Por ejemplo: ya no se lancea hasta la muerte el Toro de la Vega. Y hay otra barbaridad que ya no se ve en Manganeses, Zamora: la cabra que se lanzaba desde el campanario; ahora es de plástico.
Aunque hay tradiciones que se resisten a cambiar. Los 'bous' al mar siguen acabando con los toros nadando entre una multitud en Denia. Y, aunque está prohibido, en el Puig algunos vecinos siguen lanzándose ratas muertas. En Carpio de Tajo se descabeza a los gansos a la carrera, pero se prohibió al menos que estuvieran vivos.
Poco a poco van desapareciendo las animaladas. Y sin ellas la diversión también puede ser bestial