RECONOCE QUE SU FÍSICO HA MARCADO SU CARRERA
De padre persa y madre italiana nació Monica Bellucci. Quiso ser abogada pero entre el derecho civil y el penal se le cruzó el mundo de la moda. Las mejores diseñadores la buscaban: portadas de revistas, desfiles pero el séptimo arte la sedujo o tal vez fue al revés.
Fue discípula de Drácula, la seductora Malena y la provocativa Chantal en Bajo Sospecha. De entre las 63 películas en las que ha participado, asegura que esas son favoritas.
Reconoce que la belleza es fugaz y que, en ocasiones, el títuto de SexSimbol ha eclipsado su profesionalidad como actriz.
Mujer de sonrisas enigmáticas y temperamento rotundo camina hacia los 53 años dejando una huella inconfundible.