ENTRAMOS EN LA TRASTIENDA DE LA CABALGATA DISNEY
Hasta los piratas con malas pulgas tienen que pasar por sastrería para lucir perfectos.Quien calma al pirata es Juan, que llegó a Disneyland Paris como bailarín y hoy es director artístico de espectáculos. A punto está de estrenarse la cabalgata para la nueva temporada y él supervisa que todo esté listo, comenzando por un vestuario real que ha de ser exactamente igual al que todos recordamos de los dibujos animados.
También repasa las coreografías de la constelación de princesas y príncipes que participan en la cabalgata. Tan importante como los pasos de baile son la sonrisa y el saludo.
Se acerca el momento del estreno. Desde el centro de control se comprueba que todos están en su sitio. Diez segundos para el comienzo y se abren las puertas.
Y a partir de ahí, se desatan las emociones. "Que vienen, que ya vienen, mira, mira por ahí.", dicen alucinados los presentes. El uno se echa las manos a la cabeza, el otro traga saliva, o se come las uñas. Héroes y villanos desfilan ante sus ojos y sus bocas abiertas. Algunos tienen la fortuna de abrazarlos, otros se conforman con acariciar nerviosamente el pelo de su padre. Los niños son los jueces más implacables y sus caras parecen decir: prueba superada.