Danza y coronavirus
En febrero de este año, la compañía de Antonio Gades bailó en Estambul por última vez. Treinta bailarines de danza española y sus expectativas se quedaron flotando en la incertidumbre. En enero, ya habían sentido la primera embestida del coronavirus: la gira más potente de 2020 se cancelaba. Era por China y llevaban más de un año preparándola.
Los bailarines de danza están acostumbrados a la marejada. Siguieron desarrollando sus otros trabajos. La mayoría son profesores, pero hay ópticos, técnicos de ascensor... No pueden dedicarse solo a bailar porque ni la danza española ni el ballet clásico dan para vivir, a veces ni siquiera dan para pagar un alquiler de 200 euros.
"No pueden dedicarse solo a bailar porque ni la danza española ni el ballet clásico dan para vivir"
La emoción en el ensayo de ‘Fuego’, la coreografía de Antonio Gades y Carlos Saura que estos días puede verse en el Teatro Real, es inmensa. ¡Había tantas ganas de volver! Todos han dado negativo en las PCR hace solo unos días. Bailan y cantan con mascarilla. Solo se la quitarán para el espectáculo. “Eso agota a cualquiera, pero es un buen ejercicio para coger más fondo y resistencia”, nos dice ilusionada la bailarina María Nadal. Juan Pedro Delgado, uno de los protagonistas, nos explica que “la musculatura se ha resentido mucho este tiempo sin actuar”.
Rememorando a Antonio Gades
Pregunto a la viuda de Antonio Gades cómo hubiera llevado un hombre tan libre como él el confinamiento por el coronavirus. “Lo hubiera pasado en su velero”, contesta Eugenia Eiriz y añade lo que le decía su marido al volver de navegar: “Cuando estás en el mar, te da tal subidón que te sientes capaz de escribir la Ilíada, luego vuelves a tierra y ya es otra historia”.
Este sábado 24 de octubre puedes disfrutar de las dos últimas representaciones de ‘Fuego’ en el Teatro Real. A las 17h y a las 21h.
(Más información en Instagram @gabrielafresan)