Más de 400.000 personas bailan a ritmo de carnaval en Santa Cruz de Tenerife en una jornada de récord

Ha sido un carnavalhistórico que ha terminado con cifras que han superado todas las expectativas. Unas 420.000 personas han pasado a lo largo del último día del carnaval por las calles de Santa Cruz de Tenerife. Se trata de una de las citas más esperadas, el conocido como 'carnaval de día', al que acuden familias enteras desde primera hora de la mañana. Las actuaciones se prolongan hasta la madrugada con mascaritas llegadas desde todos los puntos del archipiélago.

¿Cómo se cuenta a los asistentes?

Por increíble que parezca, hay forma de contar tanto público. La Policía Local ha calculado que solo entre las 09:00 y las 20:00 entraron en la ciudad 103.038 vehículos, con una media de 3 personas por coche. Ya cuentan casi 310.000 personas, como mínimo, pero no es todo. A esta cantidad hay que añadir la gente que accedió a través de transporte público. Tanto las guaguas como el tranvía entraron a la ciudad abarrotados a lo largo de toda la jornada. Lo mismo ocurrió con los taxis que no pararon en todo el día. Por otro lado, están los propios vecinos del centro de la ciudad a los que hay que sumar los turistas llegados a bordo de varios cruceros que han pasado el fin de semana en la capital chicharrera.

Pero además de multitudinario, el carnaval de Santa Cruz de Tenerife triunfa por su oferta de música, gastronomía, ocio, diversión y, sobre todo, por su seguridad. A pesar de la cantidad de personas de fiesta de manera simultánea solo hubo que atendera un centenar de carnavaleros en el Hospital del Carnaval, la mayoría por intoxicaciones etílicas. Los servicios sanitarios especiales se mantuvieron operativos casi 23 horas de manera ininterrumpida. Y para garantizar la seguridad todo el cuadrilátero que ocupan los distintos escenarios a lo largo de las calles del centro de la ciudad se cortan al tráfico, facilitando así la movilidad.

La oferta musical ha sido otro de los grandes atractivos con más de medio centenar de actuaciones en 18 horas ininterrumpidas de música y baile, con una ciudad repleta de carnavaleros, carnavaleras y visitantes que han colocado el cartel de lleno absoluto en hoteles, en alojamientos vacacionales y que además han desbordado las previsiones más halagüeñas de los locales de restauración.

A los apasionados de esta fiesta ya solo les queda contar los días para el próximo carnaval.