Ópera
El Teatro Real representa una de las operas más complejas del repertorio del compositor alemán Richard Wagner. Más de 300 artistas, entre cantantes y músicos, participan en esta súper producción que se puede considerar una de las primeras comedias musicales de la historia.
Los cantantes calientan voces a pocas horas del gran estreno. "La escritura de Wagner para el coro es absolutamente arrebatadora, impresionante, es algo que hay que vivir aquí en directo, en el escenario", comenta Pablo Heras-Casado, director musical de este enorme desafío. Se trata de una representación que se prolonga durante más de cinco horas.
Actividad frenética en las salas de figuración. Hay que caracterizar a más de 300 personajes y las y los maquilladores no dan abasto. "Es excepcional que haya tantos artistas en escena. Para mí es muy importante trabajar sobre las imágenes, sobre el movimiento, y que todo el mundo actúe, incluidos los figurantes y el coro, que en Madrid es magnífico", afirma el francés, Laurent Pelly, el Director de Escena de este montaje que intenta acercar la partitura del creador nacido en Leipzig.
"Wagner es el primer compositor, que más se asemeja, que más aproxima su arte, el arte total, como él lo entendía, al cine, al arte cinematográfico", asegura Heras-Casado, ya convertido en un director asiduo del mítico festival wagneriano de Bayreuth.
Por su parte, los técnicos comprueban que todo esté a punto:"Llevamos este intercóm con el que hablamos, sin hacer ruido, y nosotros nos comunicamos. Uno está en un hombro, el otro está en el otro hombro, Pepa está en la mesa y yo soy el responsable de que todo entre cuando corresponde", dice Guillermo Carbonell, regidor jefe de esta función.
Ya por último nos dirigimos al foso, donde nos encontramos con los músicos apurando el tiempo al máximo afinando sus instrumentos. Ya faltan pocos minutos para que comience la función y los nervios están a flor de piel.
No es para menos, porque hoy es el día del estreno. 230 cantantes y 90 músicos se enfrentan a una de las obras más difíciles del repertorio operístico: 'Los maestros cantores de Núremberg'". Pablo Heras-Casado sale de su camerino y antes de salir al foso, se relaja con unos pequeños saltos... le seguimos hasta su atril donde recibe el primer aplauso, el de bienvenida, de una velada que promete ser inolvidable. Ya sólo queda dejarse llevar por la magia de Wagner...Pablo Heras-Casado se ha convertido en el director español más experto del repertorio wagneriano.
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