SALMANTINO, PERO FLAMENCO
Con diez años, el salmantino Amos Lora, "Cholito chico" siente el difícil arte del flamenco como lo hacen los elegidos.
Gestos de complicidad, de sentimiento. Aseguran que cuando se encontraba en el vientre de su madre, ya se movía cuando escuchaba las cuerdas sonar.
Cada vez que viaja a Madrid visita Casa Patas, el templo del flamenco en la Capital. Ensimismado, mira las fotos de sus ídolos mientras sueña con compartir escenario con el maestro.