UN RECORRIDO POR LA ALTA COSTURA
La genialidad, los recursos estilísticos y la pureza de las formas de la Alta Costura de Cristóbal Balenciaga se han visto junto a creaciones de diseñadores españoles en un desfile que hizo un recorrido por la historia de la moda española, celebrado en el espacio Teléfonica Flagship Store en Madrid. "Este desfile, que es un homenaje a Balenciaga, ha servido para revisar la historia de la moda española desde los años 40 hasta nuestros días", ha declarado el modisto Manuel Gotor, organizador del evento.
Abrió el desfile un traje de chaqueta en "tweed" de lana del año 1952, confeccionado por Juan Mari Emílas, sastre del taller de Balenciaga y realizado en el 2009 para rodar el documental "Balenciaga, permanecer en lo efímero", de Oskar Tejedor. Como si se tratara de un desfile de los años 50, las modelos exhibieron creaciones emblemáticas de modistos de esa época. De Rosser se admiró un vestido en flocado de lana de flores con chal a juego del año 1953, mientras que de Asunción Batista un vestido asimétrico en falla de seda de 1956.
Manuel Pertegaz rindió su particular homenaje a Balenciaga con un vestido y chaqueta de paño de lana bordada con abalorios de cristal de 1949. Un vestido largo cerrado por la espalda con un coqueto lazo zapatero y una torera cuajada de perlas de Santa Eulalia recreó la Alta Costura de los años 60. La de los 70 llegó de la mano de Elio Berhanyer con un diseño negro de noche con ribetes blancos y flores en la cadera. Según la técnica de los tapices españoles, Antonio Alvarado, encargado de representar la moda española de la década de los 80, subió a la pasarela una capa en rejilla de algodón con relieves y multitud de flecos.
Un diseño 'de noche' de Balenciaga cerró el desfile
A lo largo de las 20 salidas también se vieron los patrones de los 90. Sobresalieron las propuestas de Alejandro Vidal, un vestido de organza y raso con una original espalda y el minivestido campana en brocado de seda de Manuel Gotor. Diseños de Francis Montesinos, Devota&Lomba y Elisa Bracci alumbraron la moda del siglo XX. Como no podía ser de otra manera, cerró el desfile un fabuloso vestido de noche de Balenciaga, confeccionado en raso de seda azul plomo y realzado con bordados y cuentas de cristal de 1951. Un tocado de plumas, guantes de encaje, bolso de pedrería y collar y pendientes de perlas fueron los exquisitos complementos que se eligieron para recrear el admirado y estudiado estilo Balenciaga.