Estados Unidos se paraliza para la Superbowl
Espectáculo del año, expectativa máxima, como para alterar a una consagrada. “Estoy muy nerviosa", ha asegurado Madonna. "Actuar en la Superbowl es el sueño de cualquier chica de pueblo, así que si hablo muy rápido o se me corta la respiración ya saben por qué es. En 25 años nunca he trabajado de forma tan intensa".
Humildad chocante, pero en la presentación arriesga y se atreve con la salsa. "¿Me darían el aprobado?", pregunta.
Presentará su último disco. Objetivo: demostrar que sigue siendo la Reina del Pop, en un escaparate de audiencia multimillonaria, donde no habrá escándalo ni sorpresas con el vestuario. Nadie ha olvidado la osadía. Latoya Jackson, convulsionó a ese público masivo que cada año, en el intermedio, se rinde a los más grandes de la música.
Michael Jackson marcó tendencia, en el 93, cuando batió todos los records de audiencia. Bruce Springsteen estuvo muy cerca de esos ciudadanos medios que el domingo comerán 450 millones de alitas de pollo frente al televisor
Los Rolling Stones jugaron a provocar y les censuraron dos canciones. Y U2 se colocaron en el centro de un país sacudido por el 11 de septiembre.