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Lorenzo Silva se interna en la guerra sucia contra el terrorismo en 'Púa', su nueva novela

El autor aclara que se trata de una obra de ficción, aunque su trasfondo es claramente reconocible. Púa, su protagonista, es un agente secreto implicado en la guerra sucia contra una organización terrorista. "Me interesan las personas que tienen dudas morales", nos cuenta Lorenzo Silva.

Lorenzo Silva nos recibe en un entorno oscuro. Son las mismas sombras en que se ambienta "Púa". Los personajes de su nueva novela son protagonistas de una guerra sucia contra el terrorismo. "Es una ficción, pero hechos que aparecen en la novela, como torturas, desapariciones, asesinatos, ejecuciones extrajudiciales..., son hechos que se producen con regularidad en el marco de una guerra sucia", nos cuenta el autor.

Silva evita situar la trama de su novela en un país concreto. Pero el lector no dudará de que habla de una guerra sucia muy cercana, en una frontera muy reconocible. "La historia está situada en un lugar indeterminado, en una época indeterminada. Eso me permite llevar al personaje hasta el límite, hasta los últimos extremos tanto en su actuación en esa guerra sucia contra el terrorismo como en el cumplimiento de ese encargo que recibe, -añade Silva-. El lector va a pensar en lo que tenga más cerca, el lector español pensará en la guerra sucia que tenga más cerca, pero hay otros países de nuestro entorno donde ha habido guerras sucias contra el terrorismo, donde las sigue habiendo de hecho".

Cloacas, traiciones y policías corruptos

"Púa, soy yo, te necesito", es el mensaje que recibe el protagonista y que le saca de su tranquilo retiro después de haber cruzado todas las líneas rojas a lo largo de su vida. Ese mensaje le devuelve a la Ciudad, un lugar al que nunca hubiera deseado volver. Y donde revuelve un avispero de cloacas, traiciones, intereses inconfesables, policías corruptos y sombras que manejan todo desde la oscuridad. "Intento reproducir sobre todo el mecanismo moral de la conversión de alguien en un verdugo o en un torturador no por maldad ni por sadismo ni por perversidad sino porque le han dicho y se ha creído que esa es la mejor forma de perseguir un fin supuestamente válido", explica Silva.

"Se recurrió a personas no muy limpias"

Lorenzo Silva

En la conversación con Lorenzo Silva abordamos el trasfondo que los lectores españoles van a percibir: la guerra sucia contra ETA, el GAL, el terrorismo de Estado. Uno de los personajes dice, ante aquellos agentes a los que quiere captar para operar ilegalmente al otro lado de la frontera: "Se os va a otorgar una prerrogativa que, en manos de un desaprensivo, conduciría a la catástrofe". ¿Eso pasó en España?, pregunto a Silva. Y responde: "A alguna persona que ha estado cerca de actuaciones en el borde de la legalidad le he oído decir que si había que hacer un trabajo sucio había que buscar a la persona más limpia. Es verdad que en nuestra realidad reciente de la guerra sucia algunos de los encargados no resultaron ser las personas más limpias disponibles y, además, hubo cierta componente de chapuza en cómo actuó. Se recurrió no sólo a personas no muy limpias sino a personas no muy fiables y eso acrecentó el fracaso judicial. Una serie de personas acabaron condenadas, incluso acabó condenado un ministro. Eso unido al propio fracaso de la guerra sucia. Al final en España se derrotó al terrorismo de ETA no por las maniobras al otro lado de la raya sino cuando se aplicó el estado de Derecho durante un montón de años".

Agente secreto en la guerra sucia

El protagonista de la novela, Púa, es un agente secreto implicado en una guerra sucia en la que no hay medallas ni límite. "Tendemos a convertirnos, si no tenemos mucho cuidado, en aquello contra lo que combatimos, -añade el escritor-. Todas las personas que aparecen en mi novela son personas animadas por malas ideas, son personas que manipulan, que se aprovechan de la buena fe del prójimo, que no tienen piedad con el sufrimiento de los demás".

"Me interesan las personas que tienen dudas"

Lorenzo Silva

"La novela habla de los que se manchan cuando además son conscientes de que hay otras personas que han tomado las decisiones y que legalmente o desde el punto de vista moral son tan responsables como ellos y no sufren las consecuencias de quienes se manchan. Mi protagonista no es el cerebro de la guerra sucia, es el peón de una guerra sucia", apunta Silva. Y añade: "Me interesan las personas que he conocido y que, habiéndose visto envueltos en este tipo de acciones, con el paso del tiempo no sólo no se jactan de ellas sino que tienen su duda, la duda personal, de si además de ser un error moral, además de ser un hecho ilícito, la guerra sucia no fue en cierto sentido un error que perjudicó más que benefició la causa que creían defender".

25 años volcado en la escritura

Lorenzo Silva lleva 25 años dedicado a la literatura y es autor, entre otras obras, de una serie de novelas policíacas que tienen como protagonistas a Bevilacqua, Chamorro y otros agentes de ficción de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. El novelista tiene un trato habitual con muchos miembros y exmiembros de las Fuerzas de Seguridad y de los servicios secretos. Le pregunto hasta qué punto lo que cuenta en la novela se lo han confiado antiguos protagonistas de acciones similares. "Cuando cuento las sensaciones de alguien que está torturando a otra persona o cuando cuento las sensaciones de alguien que designa un blanco para que otro lo mate, lo que estoy haciendo es trasladando a la ficción ideas que vienen de testimonios que he recibido de personas que se han visto en estos trances", responde.

De nuevo Silva entra, con sus novelas, en asuntos espinosos de la actualidad. "Las historias están allí donde no es cómodo ni seguro internarse; si no puedes salir trasquilado no hay historia", concluye con una sonrisa.

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