Cultura
Loquillo entra en el antiguo Palacio de los Deportes añorando una cancha de baloncesto para hacer un símil muy apropiado. Cuenta al equipo de Antena 3 Noticias que lo suyo es un partido muy importante: “Vamos a salir a ganar el partido, es el concierto de nuestras vidas”. Este será el primer concierto en el WiZink Center tras el coronavirus.
El 'Rey del Glam' se siente orgulloso de ver a los operarios trabajando de nuevo para montar su escenario. Dice que la música ha sido la gasolina para el confinamiento, aunque el sector ha sido “olvidado” por las instituciones. Ahora puede devolverle todo el apoyo al público. A esas 1.700 personas que han pagado en torno a los 30 euros y que son el aforo máximo permitido en un pabellón que podría sonar a vacío, pues su aforo completo es de 17.500 personas.
Las medidas después de la crisis del coronavirus son estrictas. Hay separación en pista y en grada, multitud de dispensadores de gel hidroalcohólico y test para todos los trabajadores y personal del recinto, incluidos los artistas. Lejos de la normalidad, pero mucho más cerca que hace unas semanas, cuando cualquier tipo de concierto se hacía solo a través de internet. Este también tendrá su emisión en streaming con un precio de 9,50 euros, algo que antes de la pandemia era impensable.
Sin embargo, esta situación nos ha cambiado tanto que a pocos sorprenden estos conciertos con aforo reducido y streamings. Es una manera de volver a la normalidad, aunque muy alejada de la normalidad. Sobre todo es una forma de ayudar a los que ayudan, ya que la recaudación de este concierto tan excepcional irá directa a las arcas del Banco de Alimentos. “Es la mejor forma de empezar”, asegura Loquillo.