CINE INMERSIVO
Los cines Kinépolis de Pozuelo de Alarcón, en Madrid, han abierto al público una sala especial donde las películas "se sienten, se huelen y se viven", en una experiencia "enriquecida" que se logra gracias a butacas con servomotores, que hasta ahora, solo existían en algunos parques temáticos.
Según ha explicado el director general de Box Office y Márketing de Kinépolis, Agustín Llorente, el 4DX es una tecnología revolucionaria "que eleva al cine a las cuatro dimensiones y ofrece al espectador una experiencia de inmersión total, con elementos inesperados, como la percepción, por primera vez, de olores en el cine".
La sala, que cuenta con 160 butacas, ofrece una experiencia cinematográfica en la que se crean "sensaciones novedosas que te aislan del exterior y te hacen involucrarte más en la trama", por lo cual, comenta Llorente, este tipo de exhibición está más pensada para películas de acción, las preferidas por el público de 15 a 35 años.
Aunque cualquier película es susceptible de ser adaptada a esta tecnología, apunta el responsable de las multisalas, las grandes compañías de cine productoras de cine espectáculo "han dado un firme compromiso de facilitar la adaptación de todos sus 'blockbuster'". Así, desde 'Fast and Furious' a 'Liga de la Justicia', o la saga Star Wars, con la que Kinépolis estrenó la sala, el espectador sentirá el agua, el viento, los rayos, la niebla o los mismos olores que "viven" los protagonistas, y se moverá al mismo tiempo que sus naves espaciales o se sentirá caer de un rascacielos.
"Los movimientos de la butaca, que acompañan a la película en momentos precisos, estimulan los cinco sentidos de modo que el espectador disfruta de una experiencia única en cada sesión", asegura Llorente.
No se trata de cine para niños pequeños, de hecho, advierte, hay que superar el metro de altura para poder utilizar las butacas con seguridad, ni tampoco para personas con lesiones o una edad muy avanzada.
Entiende Llorente que el 4DX es un paso más en la dirección hacia la que nos queremos mover, que es el cine inmersivo total pero manteniendo "la experiencia social que es ir al cine con tu gente; salir fuera una noche y tener una experiencia que no acaba al salir, sino que ahí se abre para que se puedan comentar las vivencias".
Se trata de la primera sala de estas características en España, pero la idea ya se ha estrenado con éxito en Reino Unido, y este mismo mes añade dos ciudades belgas, Bruselas y Amberes, y pronto, Lomme, en Francia; en España, afirma Llorente, a un precio "muy inferior" al de sus competidores europeos, 14,90 euros. El empresario ha señalado que no se descartan nuevas aperturas en otros Kinépolis de España, aunque irán "paso a paso", ya que "la inversión necesaria es gigantesca, pero somos optimistas", afirma.