Pintura
La sala Centro Centro acoge hasta el próximo 12 de enero de 2025 una pequeña selección de las obras coleccionadas durante años por Juan Antonio Pérez Simón, quien de muy niño emigró a México y donde amasó una importante fortuna.
¿Se imaginan recorrer toda la historia de la pintura en apenas tres salas? "Unas piezas increíbles, desde el Renacimiento hasta la actualidad, y todas de una calidad brutal", comenta María, una visitante de la muestra. "Tomo fotos de los cuadros que me gustan, los analizo, veo los detalles. Por eso apunto también el nombre de la pintura y del pintor", afirma Ramón, mientras usa su móvil.
La exposición reúne solo 70 obras, una mínima parte de las más de 4.000 que forman la impresionante colección de Juan Antonio Pérez Simón, un empresario asturiano que emigró a México a los cinco años, donde forjó su fortuna. En la exhibición, destacan nombres como Goya, Rubens, Picasso, Renoir, Monet y Van Gogh, entre otros, cuyas obras representan un tesoro invaluable.
Un detalle que refleja el valor de esta colección es que un jeque árabe llegó a ofrecer más de 2.000 millones de euros por ella. "Hay un cuadro de Pissarro con un valor afectivo muy especial para Juan Antonio Pérez Simón, ya que le recuerda a su infancia en Asturias. La imagen de su abuela trabajando en el campo con las vacas está grabada en su memoria", explica Susana Martínez-Garrido, una de las tres comisarias de la exposición. Martínez-Garrido señala que la selección de las piezas ha sido uno de los mayores retos, dado el altísimo nivel de todas las obras.
"El proceso de selección ha sido lo más complejo. Hemos procurado cubrir toda la cronología de la colección, incluyendo representación de la pintura novohispana, y asegurar que cada periodo tuviera al menos un artista español", añade.
El origen de esta vasta colección se remonta a 1964, cuando Pérez Simón viajó a Europa y, con un presupuesto diario de apenas 8 dólares, visitó museos y pinacotecas. Hoy, seis décadas después, su colección es una de las más codiciadas del mundo, hasta el punto de que un jeque árabe llegó a ofrecer 2.000 millones de euros por ella.
Pérez Simón, sin embargo, sueña con que parte de su colección tenga una sede permanente en España. "Se está trabajando en un proyecto para establecerla en el edificio de la Serrería Belga, y los avances son positivos", concluye Martínez-Garrido. La Serrería Belga está ubicada en pleno "kilómetro del arte", cerca de instituciones como el Museo Thyssen-Bornemisza, el Museo Nacional del Prado, el Centro CaixaFórum y el Museo Reina Sofía. Si se concreta, este proyecto consolidaría a Madrid como uno de los grandes epicentros del arte mundial. Pérez Simón ha dedicado gran parte de su fortuna a hacer realidad su sueño: poseer las obras que siempre ha admirado y compartirlas con el público.
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