Coronavirus
Karlos Arguiñano, cocinero por excelencia de los mediodías de Antena 3, ha sido entrevistado por Vicente Vallés. El cocinero vasco, siempre natural y divertido, ha dado su particular visión de la dura realidad que estamos viviendo con el coronavirus.
¿Te ha tocado cocinar más estos días?
Yo cocino todos los días. Tengo muchos hijos y nietos, pero llevamos dos meses solitos en casa. Llevo bien el confinamiento. Luis y mi mujer no han salido estos dos meses, pero yo salgo todos los días: hago la compra, voy a grabar y para las doce del mediodía ya estoy de vuelta en casa y me quedo hasta el día siguiente. Yo, por suerte, no me puedo quejar, al vivir en el campo es una gran ventaja.
¿Cómo ves el sector de la restauración?
Francamente duro. Querría dar un abrazo muy cariñoso a todos mis colegas: bares, restaurantes, hoteles. Estábamos todos a tope y estamos a cero. Lo estábamos haciendo muy bien porque España es un país avanzado en le tema del turismo y servicios… Y yo creo que volveremos, pero nos va a costar. La gente tiene que entender que vamos a tener que empezar de cero. Si no hay turismo… No hay nadie en ningún lado. Por suerte que parece que podemos empezar a salir
¿Vais a tener que reinventaros mucho en los negocios?
Empezar de cero. Empezaremos a abrir primero terrazas. ¿Merece la pena? Vamos a tener que arreglarnos primero los de los pueblos, mucha solidaridad. Lo que veo es que la gente está comiendo mejor. Eso me alegra muchísimo.
¿Qué se recomienda comer estos días?
En casa la gente empezó por bizcochos, pasteles, pan… Mucha gente me lo comenta. La línea si se come bien se mantiene. Por la boca entra la salud y la enfermedad. Lo que hay que hacer es comer variado. Si tu comes un poco de todo y mucho de nada, la cosa va que arde.
Te vamos a pedir una receta para estos días
He pasado por las redes unas recetas y alguna he llegado a cuatro millones de reproducciones. Os voy dar una muy sencilla: compráis medio kilo de anchoas, de boquerones, Limpiáis bien los filetes y luego ponéis una parte de vinagre, dos de aceite, pizca de sal, medio diente de ajo picadito. Lo removéis con una pizca de sal y lo dejáis hasta el día siguiente en el frigorífico. Vais a comer unas anchoas en vinagreta que os vais a chupar los dedos.