EN LA FERIA DE CASTELLÓN
Padilla no tardó en calentar la tarde al cortar una oreja al toro que abrió plaza, un noble y blando ejemplar de Fuente Ymbro al que el jerezano, todo entrega, llevó a cabo una faena muy comunicativa con los tendidos en la que no faltaron rodillazos, pares de banderillas de todo tipo y numerosos alardes de cara a la galería.
Y otra oreja más paseó Padilla del cuarto merced a otra faena de igual guisa que la anterior, es decir, argumentada en los efectos especiales, en el tesón y en la entrega más absoluta del "Ciclón de Jerez", que nuevamente volvió a hacer las delicias del respetable con su personal toreo. Le pidieron, incluso, la segunda oreja, mas el presidente optó en dejar el premio en singular.
Ambios premios le valieron la Puerta Grande, que compartió con Vicente Soler.