CONSIDERADO EL MEJOR TENOR DEL MUNDO
El tenor peruano es el gran atractivo de la obra que cierra el cartel de la 45 Temporada de Ópera de la capital grancanaria y su presencia ha servido para que las entradas de las cuatro funciones programadas en el Teatro Pérez Galdós lleven tiempo agotadas, con la única excepción de las butacas sin visibilidad.
Los pases para escucharle en este nuevo rol no sólo se han distribuido entre los abonados de la asociación cultural que sostiene esta temporada, los Amigos Canarios de la Ópera, sino también se han vendido a aficionados que se desplazan para la ocasión a Las Palmas de Gran Canaria desde Japón, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y varios países de Latinoamérica.
Juan Diego Flórez (Lima, 1973) ha estado acompañado sobre el escenario por la soprano italiana Patrizia Ciofi, en el papel de la sacerdotisa Léila; el barítono ruso Vasily Ladyuk, en el rol de Zurga, el jefe de los pescadores; y el bajo español Felipe Bou, que encarna a Nourabad, el gran sacerdote de Brahmá. Además, le arropan dos viejos amigos: Mario Pontiggia, director artístico de la Ópera de Las Palmas de Gran Canaria, y el maestro Yves Abel, el director de orquesta con el que en 1996 debutó como profesional, cuando tuvo que hacer una sustitución en "Matilde di Shabran", en el Festival de Ópera de Rossini de Pésaro (Italia).
Es la cuarta vez que Flórez se estrena un rol a nivel mundial en Las Palmas de Gran Canaria: primero lo hizo en 2001 con "La hija del regimiento", de Donizetti; luego en 2004 con "I Puritani", de Bellini; y más adelante, en 2005, con "El elixir de amor", de Donizetti.
El propio Flórez ha explicado esta semana que se siente cómodo estrenando papeles en el Teatro Pérez Galdós, por un doble motivo: por la especial relación que mantiene con su temporada de ópera desde los inicios de su carrera y por la admiración que siente por Alfredo Kraus, su gran ídolo, junto a Luciano Pavarotti. "Me gusta debutar en un ambiente tranquilo, en un ambiente que me dé facilidades y Las Palmas reúne todas esas características.
Estoy contento de hacerlo tranquilo, porque un debut siempre es difícil: por primera vez cantas un rol, aún no estás muy seguro... todo eso hace que uno elija un sitio tranquilo. Después, ya puedes ir a cantarlo a otros teatros", confiesa.
En esta ocasión, añade la ópera número 33 a su repertorio: "Los pescadores de perlas" ("Les pêcheurs de perles", en el original francés), ópera compuesta por encargo por Georges Bizet para el Théâtre Lyrique de París cuando solo tenía 25 años, sobre un libreto de Eugène Cormon y Michel Carré.