Blockchain y criptoarte
Javier Arrés es el criptoartista español más importante y uno de los más cotizados del mundo en este nuevo mercado del arte. "Si Miguel Angel levantara la cabeza se pondría a hacer esculturas en 3D como un loco", afirma.
Javier Arrés es un artista que ejerce orgulloso de su condición de criptoartista y de granadino. Buen conversador, explica con su acento sureño en qué consiste esto del cripoarte y cómo ha llegado a ser el primer artista español que ha vendido su obra convertida en NFT,S; siglas en inglés de Non Fungible Token, un nuevo modo de autentificar cualquier cosa en formato digital, incluidas obras de arte ya sean tangibles o intangibles, utilizando la tecnología Blockchain o de Cadena de Bloques.
Nace en Motril en 1982, su pasión era el dibujo desde muy pequeño, “Para esto no hacía falta que mis padres estuvieran detrás de mí”, dice con ironía. Tras unos estudios no demasiado brillantes, ingresa en la Facultad de Bellas Artes de Granada. Esta experiencia fue decepcionante para él al chocar con el academicismo de la facultad que no le aportaba nada; “Cuando llegué a Bellas Artes, en segundo, me mandaba hacer lo mismo que mi profesora del cole con 14 años".
Pero fue en un curso de multimedia y diseño gráfico en una escuela de Granada donde encuentra definitivamente su camino: “Aquí se fusiona todo mi bagaje artístico y creativo al ver las posibilidades que ofrecía el diseño gráfico y el mundo digital”.
Desde este momento ya empieza a hacer pequeños encargos de ilustración infantil, poco remunerados. Son tiempos de mucho esfuerzo y dedicación compaginando su trabajo de camarero con la búsqueda de su desarrollo personal como artista. “En los cuentos las ilustraciones siempre era lo mismo, nadie me compraba mis ideas, entonces yo reacciono ante eso, creando mi propio mundo del Gift Art, desarrollando los Visual Toys más mi obra en tinta, y aquí empiezo a tener cierta repercusión”, relata.
Origen de los Gif Art
Estamos en el año 2016 cuando todavía no se había 'inventado' el criptoarte. “Los Gif Art comenzaron en el 86, 87, pero llevarán unos 10 años como arte. Un arte que no da dinero, era simplemente una expresión artística. Yo fui como el primer grafitero; ¿Pero por qué lo haces, si no ganas un duro y además te pueden multar? Pues porque soy artista”. Son agencias extranjeras, ninguna española, las que van reconociendo su obra haciéndole encargos de cierta relevancia. Crea ilustraciones para el New York Times, la NFL, o Il Corriere della Sera, entre otras.
Todo esto se concreta con dos reconocimientos muy importantes; el People Choice Awars 2017 y un par de años después corona con la Bienal de Arte de Londres 2019 ganando en la categoría “Work on paper”, siendo el primer español que gana este premio. Ese mismo día vende su obra por 10.000 euros.
"El criptoarte es el mercado donde se venden las obras, la manera en que se vende y las posibilidades que ofrece este sistema de mercado"
Y como siempre ocurre en los cuentos de hadas, pero poquísimas veces en el mundo real, estos reconocimientos colocan a Javier Arrés en el momento y lugar adecuado, el nacimiento del criptoarte.
“Meses después de la bienal, el fundador de la plataforma Makersplace me manda un correo diciéndome que estaba interesado en mi obra. Me explican en qué consiste la plataforma de venta de arte digital y yo en principio no lo entiendo, pero en realidad esto venía a solucionar el problema que yo tenía con mis Gifs animados y me subo en el tren, un tren en el que íbamos 20”, rememora Arrés. En la actualidad, la plataforma Makersplace recibe más de 10.000 correos diarios.
“Empiezo a vender barato, por 100, 300, dólares... Barato ahora, pero entonces estaba muy bien y pienso: ¡Coño! pues mira, un sueldito por aquí también. Al poco tiempo me hacen un Drop; una subasta, que es un día dedicado a la venta de la obra de un solo artista y es un exitazo. Me conoce toda la comunidad, los grandes coleccionistas se interesan por mi obra y todo lo que subo se vende, empieza la bola de nieve. Cada subasta sube más y más, casi duplicando el precio de la anterior, me posiciono muy bien y me hago famoso en este mundillo a nivel internacional. Llega el hito de la venta de Beeple… y aquí estamos tu y yo hablando", reconstruye así sus pasos en el mundo del criptoarte Javier Arrés.
"Un artista puede ser criptoartista pintando al óleo, eso sí, tiene que digitalizar la obra"
El 25 de Febrero de este mismo año, el artista Beeple vendió su obra digital: 'Everydays: The First 5000 Days ('Todos los días: los primeros 5.000 días') por 57 millones de euros en una subasta de Christies`s. Es la venta de arte digital más cara hecha hasta el momento, de la que se hicieron eco la mayoría de medios de comunicación de todos los países, convirtiéndose en el tercer artista vivo más cotizado del mundo detrás de Jeff Koons y David Hocney, dando así a conocer al gran público la existencia del criptoarte.
Pero, ¿qué es el criptoarte?
“La clave es entender que no es un estilo en sí” , nos explica Javier Arrés. “No es una técnica, no es dibujar esto de aquella manera, el criptoarte es el mercado donde se venden las obras, la manera en que se vende y las posibilidades que ofrece este sistema de mercado", explica con pasión. "Un artista puede ser criptoartista pintando al óleo, eso sí, tiene que digitalizar la obra. Las características que tiene son: que es un mercado descentralizado, que no hay tantísimo intermediario,que el trato con los coleccionista es muy cercano, puedes contactar con ellos por twitter por ejemplo. algo novedoso realmente y luego el tema de que cobras en ethereum (moneda digital) o dólares".
¿Pero qué dirían de todo esto por ejemplo Da Vinci, Picasso o Miguel Ángel si levantaran la cabeza? “Yo creo que Miguel Ángel se pondría a hacer esculturas en 3D como un loco. A ellos les interesaría mucho cómo se mueve todo esto en el metaverso, porque todo esto tiene un reflejo en mundos virtuales. Los puedes encontrar en cualquier buscador. Los más conocidos son; Decentraland, donde está el museo de critpoarte más importante hasta el momento y el otro es Cryptovoxels”.
"Un artista puede ser criptoartista pintando al óleo, eso sí, tiene que digitalizar la obra"
Los metaversos o meta-universos son mundos paralelos digitales, a imagen y semejanza del mundo real, pero virtuales. A estos metaversos se accede por el ordenador o a través de unas gafas virtuales. En ellos se puede hacer prácticamente de todo; desde comprar un terreno virtual y construirte una casa hasta escalar el Himalaya, eso sí de forma digital. El argumento de la película 'Ready player one' sucede en estos meta-universos.
“Si tú a Miguel Ángel le explicas esto, yo te digo que él directamente compraría 50 terreros de esa tierra y crearía su propio universo de esculturas, bóvedas o catedrales y lo que le diera la gana como un loco. Ellos entenderían sus posibilidades, no pondrían ninguna queja al tema de autenticidad porque el artista lo que quiere es crear y que le paguen para comprar tiempo y poder seguir creando”, defiende Arrés.
Una nueva economía
Pero ya sea en el mundo real o digital, lo que se está generando con esta nueva manera de crear e intercambiar valor, y por lo tanto activos, es la aparición de una nueva economía: “En el tema de nuevas tecnologías siempre es lo mismo, la tecnología va por delante del legislador”, aclara a este respecto Joaquim Matinero Tor, abogado especialista en temas financieros y Blockchain del despacho de abogados Roca Junyent.
“Pero el hecho de que no haya una normativa propia no quiere decir que no se le aplique la normativa actual, por tanto, si estamos transmitiendo una obra física, vamos a tener que seguir cumpliendo con los requisitos. Y, si es una obra digital, pues aquí es donde estamos acabando de ver el tema de la propiedad de autor, de que la transmisión puede llevar la posibilidad o no de hacer copias sobre la misma y esto es lo que se establece en los “Smart Contracts” (acuerdos incluidos en la Cadena de Bloques). Pero al ser tan novedoso, casi se está haciendo un traje a medida, pero sí que hay normativa", matiza Matinero Tor.
"Los metaversos o meta-universos son mundos paralelos digitales, a imagen y semejanza del mundo real, pero virtuales"
Este tipo de activos no para de subir teniendo cada vez una mayor demanda. Se está posicionando como una alternativa de inversión de mayor rentabilidad que las tradicionales, pero ¿Se puede hablar de burbuja?: “El tema de comprar una obra de arte es como todo si gusta o no gusta, y si quieres tenerla. Pero si únicamente lo hacemos como una función especulativa o de inversión como las criptomonedas, pues tenemos que tener muy en cuenta que son mercados no regulados, que son mercados con una alta volatilidad y que nadie puede asegurar que esto sea eterno, que siempre tienda hacia arriba como los mercados tradicionales. Por tanto sobre todo especificar que hay este riesgo, ya que no es un juego de niños y tenemos que saberlo, es como todo, duros a cuatro pesetas no han existido nunca y no van a existir ahora” Nos advierte Joaquim Matinero.
"Los metaversos o meta-universos son mundos paralelos digitales, a imagen y semejanza del mundo real, pero virtuales"
Lo cierto es que ya se han apuntado a este mundo de los NTF´S actores de relevancia en el mundo del arte como las casas de subasta Christie's y Sotheby's: “Efectivamente vamos viendo como van apareciendo nuevas necesidades. Lo que sí es cierto es que es una nueva alternativa y como nueva alternativa ofrece liquidez para los autores, una forma directa de vender e intercambiar sus obras. Por lo tanto sería una especie de democratización”, puntualiza.
¿Una burbuja?
Javier Arrés nos da su opinión sobre la posible burbuja: “Ahora hay unos precios muy altos y se podría llamar burbuja pero también se podría llamar la euforia del principio, como pasó con las puntocom. Hubo una euforia muy grande en la que por ejemplo se pagaron millonadas por paginas, y tu decías ¿eso vale una millonada?, pues no vale nada. Había una especie de euforia del principio que luego se reajusto a la realidad pero no desapareciendo las punto com”.
Arrés esta convencido de que las NTF´S han venido para quedarse. Cree que este mercado va beneficiar a muchos artistas: “Lo que sí es importante es la inmensa franja media de artistas que van a estar ganando 800 o 1.000 euros al mes que no lo hubieran ganado de ninguna manera. Los que venden o vendemos mucho será como siempre unos cuantos por equis circunstancias. Ganar 1.000 o 1.200 al mes, generarlos con arte, es difícil y esto te lo permite. Pero no sólo abre esta franja media sino que democratiza el tema del coleccionismo, incorporando a gente que no son grandes inversores.
El modo de valorar una obra artística ha ido variando a lo largo de los siglos, ya sea por influencias sociales, económicas o tecnológicas. El criptoarte es una muestra más en este sentido. Un cambio que afecta no solo a la obra en sí misma sino sobre todo al mercado de compra-venta de arte. Un cambio de rumbo obligado para algunos y una oportunidad para otros.