MAD COOL 2018
El tercer día de festival se pudo entrar al recinto sin problemas, se tardaba en las barras pero era soportable y se tardó en volver a casa lo razonable. Ningún concierto se canceló y triunfó la música por encima de cualquier problema o fallo que pudiera existir.
Cualquiera de estos tres nombres hubieran sido cabeza de cartel en cualquier festival del mundo pero tocaron en orden en el Mad Cool.
Trece canciones, una hora de concierto y un sonido demoledor es lo que ofrecieron Queens Of Stone Age. Un concierto redondo al que para ser perfecto sólo le faltó media hora más en la que tocarse alguno de los singles que se dejaron en el tintero. En un momento del concierto Josh Homme se cabreó y decidió exigir a la seguridad que abriera las puertas de la zona vip delante del escenario. "¡Dejadles entrar! Trabajáis para mí esta noche", comienza a gritar, sin obtener la respuesta deseada, lo cual le lleva a arengar a las masas: "¡Saltad la maldita valla! El ayer se fue, él ahora es todo lo que tenemos. Esto es un concierto de Queens of the Stone Age”.
Los siguientes en salir al ruedo fueron Depeche Mode, en el segundo escenario, que con más de hora y media de concierto se salieron. Se tocaron una selección de lo mejor de su carrera concentrado en quince temazos que incluyeron “Everything Counts”, “Personal Jesus”, “I Just Can’t Get Enough’, ‘Stripped” y “Enjoy The Silence”. Una sobredosis de purpurina, sintetizadores, sonidos ochenteros y mucho pop electrónico que era lo que el cuerpo necesitaba para no parar de saltar y corear un himno tras otro.
Por último casi a las una de la mañana Nine Inch Nails saltaron al escenario principal para conquistar a los asistentes con sus sonidos industriales, electrónicos y torturados. Trent Reznor con un sonido avasallador va repasando lo mejor de la carrera de este grupazo y va conquistando uno a uno a todos los asistentes. El cierre con “Hurt” nos puso los pelos de punta a más de uno y nos dejó con la sensación de que acabábamos de vivir algo especial.
Un Mad Cool lleno de claroscuros, con mucha buena música que recordar pero con muchos problemas que han centrado la conversación y las críticas. El año que viene volverán por cuarta vez, esperamos que con un cartelazo a la altura de años anteriores, pero sin cometer los errores de logística de esta edición.