[[RELATED Golpe al sector de la lidia Las figuras del toreo se reúnen [[/RELATED El extraordinario ambiente con el que se ha vivido hoy la corrida de toros en Pontevedra es una gran lección para los que dudan del futuro del espectáculo, no se diga para los que abominan directamente de él. La plaza a rebosar y con unas ganas de diversión algo inaudito. Y antes de seguir con lo que fue el desarrollo de la corrida, parabienes para la organización: las cosas bien planificadas dan estos resultados. La empresa de los hermanos Lozano, apoyándose en el oportuno patrocinio del ayuntamiento de la ciudad, ha conseguido que el público pontevedrés esté totalmente identificado con el espectáculo taurino, viviéndolo con júbilo y pasión. Diversión fundamentada en la afición. Más que entusiasmo, verdadera pasión por los toros en la coqueta plaza de "San Roque" de Pontevedra. La gente en el tendido, enormemente participativa. Con apasionamiento, hay que insistir, pero sabiendo también lo que se traen entre manos, haciendo una valoración justa del desarrollo de la lidia. Mención especial también para las peñas, cuya alegría y colorido lo contagian todo. Muy bien la Pontevedra taurina. Aunque hubo una contrariedad en la tarde: el peor aficionado de la tierra es el presidente, y eso si no es el único mal aficionado en la plaza. Viene la censura a cuento al denegar tres orejas, tres, cuando hubo pañuelos en el tendido y méritos en el ruedo más que de sobra. Menos mal que la triunfal salida a hombros de "El Juli" borra en parte el disgusto. Una salida a hombros con decenas de personas en la comitiva que aupaba en volandas al torero. Una muestra más de que la afición pontevedresa no es nada ficticia. "El Juli" les regaló dos faenas de mucha consistencia y torería. Muy artística y variada la primera a un toro también muy claro. Bonitos lances en el recibo. Quite por tafalleras intercaladas con chicuelinas. La plaza se venía abajo ya antes incluso de empezar con la faena de muleta. Se puso a torear "El Juli" directamente por la derecha con parsimonia y empaque. Dos tandas por ese pitón y más "fiesta" al natural para regresar de nuevo a derechas. El "parón" en las cercanías fue la locura. La estocada, letal. ¿Qué más quería el presidente para dar la segunda oreja? La gente se enfadó, con razón, y al mismo "Juli" se le notó un gesto de contrariedad. Este año le están quitando muchas orejas los presidentes, nos se sabe por qué. Pero redondeó el "Juli" en el quinto bis, toro más apagadito y al que "empujó" hacia delante a base de mucho temple. Otra faena maestra, y con especial encanto. "Juli", hoy, virtuoso del toreo.