EN CANARIAS
Más 80.000 personas han participado esta tarde en el desfile del Orgullo de Maspalomas (Gran Canaria) para reivindicar libertad, equidad e igualdad de trato hacia el colectivo LGTBI (lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersexuales), con respeto, tolerancia y en un ambiente festivo. Los participantes en la multitudinaria cabalgata del "Pride Maspalomas" han enarbolado como icono de sus reivindicaciones la bandera del arcoiris por la principal arteria turística del sur de Gran Canaria, la avenida de Tirajana de Playa del Inglés.
Ese emblema, creado en 1978 por Gilbert Baker, era hoy omnipresente en las 25 carrozas participantes y los trajes, gorras, bañadores y zapatos de los participantes en esta marcha, así como en los balcones de los cientos de apartamentos turísticos de los edificios anexos para recordar los valores del amor por la vida (rojo), salud (naranja), la luz del sol (amarillo), la naturaleza (verde), la serenidad (azul) y el espíritu (violeta). Maspalomas se precia de ser el destino turístico preferido por la comunidad LGTBI de toda Europa durante gran parte del año, un lugar donde se celebran con multitud de fiestas el orgullo.
Y es precisamente de esta manera como "pretende trasladar al resto del mundo un ejemplo de tolerancia que sea imitado en colectivos y países donde está penalizada la homosexualidad", ha subrayado el responsable de la organización, Fernando Ilarduya. En este sentido, ha destacado "el magnifico desarrollo sin incidentes durante los días del 'Pride'" y que ha superado todas las expectativas en cuanto a afluencia de público.
En el marco de un fiesta sin fin que comenzó hace ya una semana, sin apenas horas para el sueño, la travesía multicolor arrancó con el desembarco de "combatientes" uniformados con un pequeño bañador, complementos de cuero, musculatura alimentada a base de proteínas, bronceados relucientes, botas militares y barbas estilizadas.
Por otro lado estaban los osos, una subcultura de la comunidad gay que con sus cuerpos fornidos y abundante vello facial y corporal exhibieron su actitud más masculina. Mientras tanto, la comunidad lesbiana se manifestaba con bikinis y tacones y camisas y tops decorados con las bandera de colores.